Ni la dureza extrema del trayecto ni las bajas temperaturas propias de diciembre intimidan a cientos de inmigrantes subsaharianos que tratan a diario de alcanzar nuestras costas en busca de una vida mejor. Ayer, dos localidades españolas, Tarifa (Cádiz) y Arguineguín (Gran Canaria), vivieron una nueva oleada de cayucos con inmigrantes a bordo.
En Tarifa, la Guardia Civil interceptó una patera con 31 adultos y cuatro bebés a bordo, todos ellos subsaharianos, que afortunadamente se encontraban en buen estado de salud, aunque algunos de ellos presentaban evidentes síntomas de agotamiento. Y al sur de Gran Canaria, fueron 68 los «sin papeles» rescatados por una embarcación de Salvamento Marítimo, aunque en este cayuco ya había fallecido una de las personas a bordo. Sin embargo, lejos de las trágicas e impactantes imágenes que nos hemos acostumbrado a ver a la llegada de los cayucos.
Hay días en los que el drama adquiere momentáneamente la forma de una sonrisa inocente, y la realidad se muestra por un instante ajena a su dictadura con un rostro humano feliz. Es lo que ocurrió ayer en el puerto de Algeciras, donde algunos de los niños que viajaban a bordo del cayuco juguetearon con miembros de la Cruz Roja (en la imagen), a salvo de los rigores del mar.
Publicado en el diario ABC
Foto: Andrés C. Ragel
1 comentario:
menos mal que ahi buenas personas en este mundo....Un abnrazo a todos esos voluntarios
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