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miércoles, 17 de diciembre de 2008

Denuncian la falta de asistencia psicológica en los CIE de Canarias

Los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) en España vuelven a estar en el ojo del huracán, y los ubicados en Canarias no son una excepción. Las ONG que componen la Plataforma de Solidaridad con los Inmigrantes de Málaga conmemoraron el lunes el Día de las Migraciones, que se celebra mañana, a las puertas del CIE de Capuchinos. La citada plataforma denunció de esta forma la muerte de un inmigrante boliviano tras su paso por estas dependencias. Según fuentes de esta asociación, el inmigrante, que intentó suicidarse, tendría que haber tenido tratamiento psicológico, que supuestamente no se le concedió "por su rápida expulsión". Esta persona falleció cuando regresó a su país. Las referidas ONG han denunciado este caso ante los defensores del pueblo andaluz y español, quienes han abierto una investigación.

En las Islas, hasta la fecha, no se han constatado oficialmente casos similares al del Málaga, aunque de manera periódica entidades como la Cruz Roja, Médicos del Mundo y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) vienen denunciando "irregularidades" en estas instalaciones. Una de ellas es, precisamente, la falta de asistencia psicológica para los internos. Muchos de estos, según explica la organización Médicos del Mundo, presentan trastornos provocados por la situación que padecen y la angustia por la posible repatriación a sus países de origen. Esta carencia ya fue puesta de manifiesto en un informe financiado por el Parlamento Europeo y elaborado por la consultora ’Steps’. En concreto, tienen riesgo de sufrir algunas enfermedades relacionadas con su situación personal, como el síndrome de Ulises o la distemia. Según el documento elaborado por ’Steps Consulting’, los CIE españoles "se parecen demasiado a cárceles, donde los internos están prácticamente confinados en sus celdas, con malas condiciones de salubridad y poco personal médico". Los malos tratos también estaban mencionados en el referido estudio: "Los inmigrantes han denunciado numerosos actos violentos perpetrados por el personal de seguridad", denotaba la consultora Sara Prestianni, miembro de Migreurop, una red europea de militantes e investigadores cuyo objetivo es el de dar a conocer la generalización del encierro de los extranjeros desprovistos de título de estancia y la multiplicación de los campos, dispositivo que fundamenta la política migratoria de la Unión Europea.

Ante estas denuncias, el Ministerio del Interior nunca ha querido hacer demasiados comentarios, e incluso sigue sin permitir el acceso a los medios de comunicación. "Los CIE están bajo unas determinadas leyes. Si hubiera alguna cosa que no funcionara, las personas lo pueden denunciar. No entramos en valoraciones a través de los medios de comunicación", afirma a este periódico un portavoz ministerial.

CEAR Canarias no tiene constancia de que se hayan producido intentos de suicidio en alguno de los centros de internamiento del Archipiélago, aunque insiste en que la asistencia psicológica brilla por su ausencia. Y es que, pese a que en Hoya Fría (Tenerife), Barranco Seco (Gran Canaria) y El Matorral (Fuerteventura) hay médicos, no se hace un seguimiento de las personas con trastornos psicosociales, quienes en ningún caso son atendidos una vez son repatriados a sus países de origen.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado subraya que solo las personas que son derivadas a la Península reciben asistencia, aunque el volumen de inmigrantes que llegan es tal que resulta muy complicado mantener los tratamientos en el tiempo. España carece de una normativa detallada sobre los CIE, como sí existe en materia penitenciaria. Así, cada centro es independiente de otro. Las normas las pone cada uno más o menos como puede", reconoce el sindicato policial SUP. "Hay una dispersión de las interpretaciones con respecto a las condiciones de internamiento. No hay una unidad de criterio definida", asegura José Antonio Moreno, abogado experto en extranjería. Porque, a diferencia de una cárcel, donde los presos los controlan funcionarios, en un CIE la custodia de los internos está encargada a la policía. Y ésta aplica sus propios criterios de seguridad. Hay alternativas, modelos mejores. El más elogiado es el francés, porque los internos son controlados por trabajadores sociales. La policía sólo se encarga del perímetro de los centros.

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