La cifra de víctimas del hambre alcanza ya los 963 millones, lo que supone un aumento de 40 millones de personas respecto a 2007. Además, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la situación puede empeorar por la crisis económica. "Los precios de los alimentos han bajado a nivel mundial desde principios de 2008, pero este descenso no ha solucionado la crisis alimentaria en muchos países pobres", explicó el director general adjunto de la FAO, Hafez Ghanem.
La gran mayoría de las personas desnutridas en el mundo, 907 millones, vive en países en desarrollo, según el informe anual presentado por la FAO en Roma. El 65% de ellas se concentra en siete países: la India, China, la República Democrática del Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistán y Etiopía. El continente más poblado, Asia, es también el más afectado: allí viven cerca de 600 millones de hambrientos, casi dos tercios del total. Mientras tanto, en el África subsahariana una de cada tres personas —unos 240 millones— sufre de desnutrición crónica. También en Latinoamérica y el Caribe, que el año pasado habían conseguido reducir el hambre antes del incremento de los precios de los alimentos, las nuevas subidas han aumentado el número de personas hambrientas, que supera los 50 millones.
Según el director general de la FAO, Jacques Diouf, el compromiso asumido en 1996 para reducir las cifras a la mitad en 2015 corre el riesgo de "no poder realizarse antes de 2150". En su opinión, para solventar los "errores estratégicos" que se han cometido en estos años es preciso invertir más en agricultura con el fin de "aumentar la productividad".
Fuente: AFP
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