“Cada minuto muere una mujer al dar a luz y cada tres segundo lo hace un niño. Esto se podría evitar con un esfuerzo adicional de 1.000 millones de dólares al año. Los pobres no pueden aguardar por más tiempo a que alguien se decida a actuar. Cuando a toda prisa fue posible disponer en pocas horas de miles de millones de dólares para acudir en rescate del sistema bancario, es moralmente injustificable permitir que tantas mujeres y niños sigan muriendo por causas evitables”. Con este rotundo comentario se ha referido el representante de Cáritas Internationalis en la Conferencia de Revisión de Doha, Michel Roy, al decepcionante resultado de la misma, que se ha clausurado sin haber adoptado ninguna medida ni compromiso de urgencia para ayudar a los millones de personas que viven en la pobreza más absoluta.
“Para hacer frente a la crisis global -ha afirmado Roy- el mundo necesita decisiones eficaces y participativas, que no pueden ser adoptadas únicamente por los países ricos, ya se trate de 8 o de 20, por que sus preocupaciones suelen giran únicamente entorno a la defensa de sus propios intereses antes que los de los millones de pobres que existen en el mundo”. Por ese motivo, Cáritas Internationalis ha aplaudido la decisión adoptada en Doha de convocar una cumbre al más alto nivel sobre la crisis financiera y económica, y su impacto sobre el desarrollo de los países más vulnerables. Para Michel Roy, esa ha sido “la única medida que incluye a todos los países que forman parte de las naciones Unidas”.
Decisiones eficaces
Los participantes en la Conferencia de Doha han propuesto al presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas que asuma la preparación de esa cumbre, que podría tener lugar en marzo de 2009, antes de la próxima reunión del G20 en Londres. En este sentido, Cáritas Internationalis ha expresado su apoyo al trabajo del grupo de expertos creado por el presidente de la Asamblea General para poner a punto los temas de la citada cumbre y que, en opinión de Michel Roy, “podría abordar una profunda reforma de los organismos de Bretón Woods para adaptarlas a la situación actual”.
Para el representante de Cáritas en Doha, “la decisión de celebrar esta cumbre supone una esperanza para los países pobres al permitirles participar de manera activa en la construcción de un mundo democrático y justo en un momento en el que el viejo modelo exclusivamente orientado al máximo beneficio muestra sus fallos”. “Es el momento -ha añadido- de situar al ser humano en el centro del desarrollo de la humanidad”.
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