La imagen de una niña haitiana caminando descalza entre charcos de barro y mugre en un barrio de chabolas de Puerto Príncipe, obra de la joven fotógrafa belga Alice Smeets, ha sido elegida en Berlín como la mejor fotografía del año por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La instantánea, captada el año pasado por Smeets, de 21 años, en un barrio marginal de la capital haitiana, muestra a una niña con un vestido de un blanco inmaculado y lazos en el pelo del mismo color que pasa junto a unos cerdos negros y rodeada de inmundicia.
El segundo premio fue para el israelí Oded Balilty, fotógrafo de Associated Press, donde se muestra a una niña que hace cola para recibir un ración diaria de alimento en un campo de refugiados tras el terremoto que en mayo azotó la provincia china de Sichuan, en el que perecieron 70.000 personas. El jurado destaca su fotografía por la "conmovedora ambivalencia" reflejada en la mirada de la niña, de la que "no se sabe si ha perdido a sus padres, tiene hambre o simplemente está aburrida de esperar".
El tercer premio reconoció una instantánea en blanco y negro del fotógrafo húngaro Balazs Gardi, titulada Daños colaterales, en la que un hombre afgano sostiene entre sus brazos a su hijo malherido. La imagen plasma la desesperación de la población afgana que habita en aldeas de montaña en la provincia de Kunar, al noroeste del país y que es víctima del enfrentamiento entre la guerrilla talibán y las tropas estadounidenses.
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