A este panorama hay que añadir las deficiencias en los sistemas de abastecimiento de agua, lo que contribuye a la propagación de la enfermedad. Un ejemplo es el de Buridio, según ha manifestado Cruz Roja española, en donde sólo 300 de los 5.000 pozos han sido desinfectados. Los datos no respaldan las declaraciones hechas el pasado jueves por el presidente Robert Mugabe quien anunció que la epidemia de cólera había sido controlada y reiteró sus denuncias sobre Estados Unidos y el Reino Unido, a los que acusa de querer invadir Zimbabue con la excusa de controlar la enfermedad y de provocar el brote con un "arma biológica".
El cólera es una infección provocada por la bacteria Vibrio Cholerae. Generalmente suele ser una enfermedad benigna pero, en ocasiones, puede ser grave. Se estima que una de cada 20 personas puede tener síntomas relevantes, como diarrea, vómitos y malestar. La pérdida de líquidos puede generar una deshidratación en pocas horas que, de no tratarse, puede provocar el fallecimiento del paciente.
Durante una epidemia, la fuente de contaminación son las heces de una persona infectada, que está llena de bacterias. La enfermedad puede diseminarse rápidamente cuando el alcantarillado no es el adecuado, o no son correctos los métodos para potabilizar el agua.
Fuente: Reuters
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