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martes, 30 de diciembre de 2008

La Ley de la Memoria Histórica se abre a los hijos y los nietos del exilio español

Son más de medio millón de personas en todo el mundo, según el Gobierno. La Ley de Memoria Histórica les concede, desde ayer, la opción de acogerse a la nacionalidad española. Es pronto para saber cuántas personas han estrenado ya este derecho, pero miles de aspirantes acudieron a los principales consulados de España en América para pedir información. Sólo en Buenos Aires hay concedidos ya 10.000 turnos para iniciar los trámites. No son datos oficiales; “El momento de hacer una primera valoración será a partir de mediados de febrero”, explicaba ayer Pilar Blanco, Directora General de los Registros y Notariado del Ministerio de Justicia.

Desde 1936, cientos de miles de españoles trataron de sortear las consecuencias del franquismo gracias a la emigración y el exilio. Cerca de 300.000 regresaron al concluir la Guerra y fueron discriminados por la dictadura. La Ley contempla a los desplazados desde julio de 1936 hasta 1955. Es por eso un texto “generoso”, según la presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio Español (ADEE) Ludivina García Arias; acoge tanto a los hijos y nietos de exiliados por razones políticas, como a los herederos del exilio económico, de aquellos que se vieron obligados a desplazarse ahogados por la penuria de la primera postguerra durante los años 40.

El grueso del éxodo se dirigió a Francia y México “nunca se repetirá una historia de generosidad como la mexicana”, recuerda García Arias, pero no fueron los únicos destinos. “Han pedido información desde Samarkanda (Uzbekistán), África y hasta desde Australia”, señaló Blanco. Cerca de 80.000 nietos del exilio residentes en Hispanoamérica podrán acogerse a la Ley. Tras la Guerra, México dio una segunda oportunidad a 25.000 personas, el resto de América acogió a otro tanto. Francia recibió casi a 200.000 desplazados españoles. “Los mismos derechos”. Ahora se concederá a los hijos y nietos del exilio “los mismos derechos y obligaciones que a cualquier otro español, en las mismas condiciones que el resto”, aclara la responsable de Registros.

Un pasaporte, el acceso a ayudas oficiales o la facultad de votar son algunos de los derechos que tendrán quienes opten por la nacionalidad española sin que, “en ningún supuesto”, se vean obligados a renunciar a la suya. Justicia ha sido uno de los ministerios más ágiles en el desarrollo de la Ley de Memoria. Dos instrucciones de este departamento, la que entró ayer en vigor y la que concede la nacionalidad a los miembros de las Brigadas Internacionales, han sido las primeras que ponen nombre y apellidos al intento de resarcir a las víctimas de la dictadura. Esta última iniciativa, sin embargo, no llega a tiempo.

Por razones obvias de edad, apenas 300 brigadistas podrán acogerse a las novedades que ofrece la Ley de Memoria Histórica. La medida persigue “paliar los efectos de la dictadura franquista en España”, según declaró a Europa Press el director general de Emigración, Agustín Torres, quien calificó la iniciativa de “reivindicación histórica” del colectivo emigrante.

Publicado en el diario Público
Autor: Miguel Ángel Marfull

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