Hola, soy española, tengo 19 años y busco chico para matrimonio de conveniencia". "Yo soy del norte de Marruecos; pago 8.000 euros. Espero tu respuesta". Así de simple empieza lo que, apenas unas semanas después, puede convertirse en uno de los cientos de los llamados matrimonios blancos o de conveniencia que han sido detectados en los últimos años en nuestro país. El procedimiento es sencillo, y ha encontrado en Internet el vehículo más rápido y cómodo para propagarse. Frente a este fraude ideológico, desde marzo de 2006 la Brigada Local de Extranjería y Documentación de la Comisaría Tenerife Sur, en colaboración con los juzgados de paz de Guía de Isora, Santiago del Teide y Adeje, puso en marcha un protocolo de actuación e investigación interinstitucional que ha permitido descubrir más de una treintena de estas relaciones. Su éxito ha hecho que provincias como Guadalajara y Murcia lo hayan reproducido, e incluso ha motivado que se estudie la modificación de la Ley de Extranjería y del Código Civil para hacer más punitivos estos enlaces.
Los llamados matrimonios blancos es un fenómeno muy común en los países y zonas sometidas a una fuerte inmigración, como es el caso de Canarias. Estas uniones no buscan contraer matrimonio entre un nacional y un extranjero, sino que pretenden, bajo el ropaje de esta institución y generalmente previo pago, que un foráneo se aproveche de las ventajas del matrimonio a los efectos de regularizar su estancia en el país o de obtener de forma más fácil la nacionalidad del que aparecerá formalmente como su cónyuge.
Según explica a este periódico Jorge Vargas, responsable del Registro Civil de Guía de Isora (Tenerife), "a principios del año 2006 empezamos a notar un aumento de matrimonios entre personas de distintas nacionalidades, sobre todo marroquíes, nigerianos y venezolanos, con naturales de municipios del sur de la Isla. Además, se produjo una denuncia por motivos sentimentales en Guía de Isora, en la que un amigo de una pareja de recién casados afirmaba que el matrimonio era ficticio y que ni siquiera vivían juntos. Este caso dio pie a una investigación que, como resultado, provocó la expulsión de uno de los cónyuges. A partir de ahí" -continúa Jorge Vargas- "se nos ocurrió organizar unas jornadas de trabajo y elaborar un protocolo de actuación para abordar este problema". En él empezaron a actuar de manera cohesionada los propios jueces de paz, junto con los responsables del Registro Civil de Arona, la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía de Las Américas, fiscales de la Isla, el juez decano de Arona (Nelson Díaz), miembros de la Guardia Civil y policías locales. Asegura Jorge Vargas que "además, siempre tuvimos el apoyo de la viceconsejera de Justicia, Carolina Déniz, y del subdelegado del Gobierno, José Antonio Batista".
Se trataba de relaciones ciertamente peculiares, parejas con mucha diferencia de edad -hasta 25 años-, de distinta nacionalidad y que, en escasos días de diferencia, se empadronaban en pequeños municipios de Tenerife e inmediatamente presentaban el expediente para contraer matrimonio. "Muchas veces estas relaciones pueden ser hasta cierto punto comprensibles, debido al aumento de la población inmigrante que ha habido en esta zona los últimos años, y eso también genera cierta confusión y más dificultades a la hora de determinar si un matrimonio es o no de conveniencia", recalca el juez de paz de Guía de Isora.
Tras los buenos resultados obtenidos por este referido protocolo interinstitucional, el Gobierno canario pretende exportar el modelo a las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, cuyo volumen migratorio es incluso superior al que se registra en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Cifras
Y es que las bodas blancas se han convertido en una peligrosa moda en nuestro país. Durante 2008, las fiscalías españolas paralizaron más de un millar de enlaces por resultar sospechosos de tratarse de maniobras para obtener la nacionalidad. Un total de 1.016 parejas recurrieron la decisión de la Fiscalía de negarles la autorización o inscripción de su matrimonio. De ellos, 577 ya se han desestimado, con lo que esos matrimonios han sido paralizados y prosigue su investigación. Según la Dirección General de Registros y Notarías, hay más casos, pero los interesados no presentan recurso, con lo que no se contabilizan.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística calcula que en la actualidad en España hay más de 16.000 inmigrantes casados con un cónyuge español, que no conviven con su pareja. "Es una realidad que no para de aumentar", confirma Jesús Nieto, jefe del Grupo de Investigación Especial de Extranjería y Documentación (GIE) de la Comisaría Tenerife Sur. No en vano, el pasado año se celebraron en España más de 30.000 matrimonios en los que al menos uno de los cónyuges era extranjero. El 43,5% de estos enlaces se realizó entre varones españoles y mujeres extranjeras y un 30% entre mujeres nacionales y hombres foráneos. De ellos, cerca de 700 fueron recurridos y unos 500 paralizados por la Justicia, al levantar sospechas de que no respondían a sentimientos sinceros. "Este asunto se aborda desde un punto de vista penal, porque se trata de una falsedad documental de naturaleza ideológica. Los contrayentes carecen del interés de formar un núcleo familiar", asegura Jesús Nieto quien, no obstante, reconoce que la tarea de detección no siempre es difícil. "A veces los cónyuges se denuncian entre ellos, y también nos hemos encontrado matrimonios que están empadronados en el mismo domicilio".
La pareja llega al juzgado con dos testigos, y se somete una audiencia reservada. Se les hace un cuestionario para ver si realmente se conocen, algo que también deben certificar los testigos. La picaresca, sin embargo, provoca que unos y otros se pasen las preguntas, aunque los funcionarios las cambien. "Vienen con todo aprendidos y aleccionados", denota el jefe del GIE de Tenerife Sur.
El precio por uno de estos matrimonios blancos oscila entre los 5.000 y los 15.000 euros. De ese dinero, los que se prestan a la boda reciben en torno a 5.000; los testigos del evento, unos 300; y el resto va a manos de la organización. La red se encarga de todo: desde hacer las gestiones necesarias hasta acompañar a la futura pareja al juzgado o facilitarles los testigos. También les recuerdan que deben ir bien vestidos y que los anillos sean de su talla.
Y como en los registros civiles se investiga a conciencia a las parejas mixtas, las redes instruyen a los contrayentes dándoles información sobre dónde pasaron unas supuestas vacaciones, dónde viven los padres respectivos, cuándo se dieron el primer beso o si su pareja tiene algún tatuaje. Al año o los dos -como máximo-, les consiguen el divorcio, por el que cobran aparte. La feliz pareja ya puede rehacer su vida.
Un negocio lucrativo vinculado a mafias y grupos que operan por toda España
Algunas de estas bodas de conveniencia se celebran incluso sin que uno de los contrayentes lo sepa. Las redes usurpan a veces la identidad de un ciudadano español tras obtener su documentación tras una pérdida o un robo. Los afectados sólo se enteran cuando meses después reciben una carta de su supuesto marido o mujer extranjero agradeciéndoles el favor hecho para solucionar su situación de irregularidad. Según expone Jesús Nieto, "hasta hace poco estos enlaces se realizaban con total impunidad". Con la reforma del Código Civil y la Ley de Extranjería se van a establecer multas de hasta 100.000 euros. "Una vez que se ratifiquen estas reformas, la gente tendrá más cortapisas a la hora de llevarlos a cabo, y también nosotros tendremos un arma legal para poder luchar contra este fraude", incide el oficial de Extranjería. En Canarias estas actuaciones suelen estar vinculadas a mafias y grupos organizados. En menor medida, estos enlaces fraudulentos están relacionados con organizaciones que se dedican a la trata de blancas, que usan esta práctica como elemento accesorio. "Se obliga a mujeres a casarse con españoles para licitar su estancia en nuestro país. Suelen ser personas obligadas a ejercer la prostitución, lo que dificulta aún más las labores de detección", concluye Jesús Nieto.
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