Los inmigrantes que naufragaron ayer tarde al volcar su patera frente a la costa norte de Lanzarote lanzaros gritos de desesperación y lamentos bajo la barca antes de desaparecer, explicaron a Efe testigos presenciales de la tragedia. Efectivos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil continúan buscando a los inmigrantes desaparecidos en el naufragio de la patera, entre diez y quince personas de origen magrebí, según fuentes policiales.El suceso ocurrió sobre las seis y media de la tarde frente a la costa de Los Cocoteros, en el municipio de Teguise, al noreste de Lanzarote. Seis de los inmigrantes que viajaban en la patera fueron rescatados por dos jóvenes que se lanzaron al agua, identificados como Cristian Hunt y Johnny Camarasa, quienes presenciaron los hechos y ayudaron en lo que pudieron a los náufragos. Tras salvar a varios de los ocupantes de la patera, Cristian Hunt relató a la policía local que la embarcación se había dado la vuelta y que bajo ella se escuchaban los gritos de desesperación de los inmigrantes que se encontraban atrapados bajo ella.
Las voces de los inmigrantes fueron percibidas incluso desde la cercana costa, donde un grupo de vecinos de Los Cocoteros y de la localidad de Guatiza, próxima al lugar, ayudaron en el rescate desde la orilla. Uno de estos vecinos, Aníbal Betancort, relató en el lugar de los hechos que podía percibir gritos de lamento y desesperación de los inmigrantes que luchaban bajo la barca por no hundirse. Mientras algunos vecinos lanzaron cuerdas para que Cristian y Johnny pudieran acercar a tierra a los inmigrantes que habían rescatados, otros echaron salvavidas de sus pequeñas embarcaciones.
En principio, según las primeras noticias, en la patera podrían viajar unos 28 inmigrantes y se estima que los desaparecidos en el vuelco de la patera son más de diez, aunque la cifra podría elevarse a quince. Un amplio dispositivo de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, policía local y Protección Civil buscan al resto de los inmigrantes que viajaban en la patera.
Foto: Martínez de Cripan (EFE)
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