Fundada en los años 70, la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) es un referente en España en materia de asistencia integral a menores De hecho, la línea telefónica de ayuda gratuita que puso en marcha en 1994 ha recibido en los dos últimos años más de 200.000 consultas. Su responsable, el psicólogo Luis Estebaranz Prieto, lleva más de una década trabajando en materias tan controvertidas como el acoso escolar y el maltrato infantil. He contactado con él en un momento en el que la problemática de los menores se ha convertido en epicentro del debate en nuestro país.
- Tras el reciente asesinato de una joven en Sevilla, a manos de su ex pareja, ha vuelto a ponerse de manifiesto el elevado número de casos de violencia machista en los adolescentes . En su opinión, ¿a qué se debe?
“No podemos obviar que, en general, los niveles de violencia a los que están expuestos los niños españoles en sus casas son bastante elevados, si atendemos por ejemplo al resultado de los análisis de las llamadas que recibimos en el Teléfono ANAR desde el año 1.994. Los jóvenes están rodeados de violencia en la familia, en el colegio, en la sociedad, en TV, en Internet, etc. Sólo en 2007 la violencia machista está presente en el entorno familiar del niño y del adolescente en un 16,88% de las llamadas de orientación especial que recibimos de toda España. Concretamente, en Canarias casi el 17% de las llamadas recibidas hicieron mención a una situación en la que un menor de edad era víctima de algún tipo de violencia. Y esta vivencia tiene repercusión en el desarrollo de los niños y los adolescentes. Por ejemplo, la exposición a la violencia de género en el ámbito familiar deja secuelas evidentes, y, probablemente, suponga la repetición de patrones emocionales y de conducta, tanto en el papel de víctima como en el de agresor. Es decir, el referente de unos padres con una relación afectiva insegura o cargada de violencia, puede convertirse en modelo inadecuado para sus hijos y, como consecuencia, corremos el riesgo de que el niño o adolescente considere la violencia como una forma de conducta normalizada”.
- En los últimos años, y según los informes dados a conocer por su Fundación, han aumentado los casos de malos tratos de hijos hacia sus padres. ¿Qué está fallando en la actual sociedad para que esto ocurra?
“Efectivamente, los datos del 2007-2008 recogidos por el Teléfono ANAR indican que un 9,5% de las llamadas de Orientación Especial reflejan esta problemática. Verificamos que los casos en los que los hijos maltratan a sus padres van en aumento en nuestro país, así como los problemas de conducta, que suelen ser la antesala a este maltrato. Se plantean situaciones muy graves, en las que tanto los padres como los hijos nos relatan el desprecio por las normas, el absentismo escolar, las infracciones, los actos delictivos y en ocasiones la agresión a los padres. Creo que el exceso de permisividad en la educación de los hijos trae consigo niños que no aprenden a tolerar la frustración y a respetar las normas. Es fundamental educar desde un entorno democrático, en unos límites y normas claras, sin violencia y respetando los derechos. Por otro lado, tanto padres como educadores debemos pararnos a reflexionar sobre qué valores estamos trasladando a nuestros hijos, que desde muy corta edad absorben como esponjas nuestra forma de reaccionar ante los problemas, el estrés, la forma en la que nos relacionamos con los demás y el mundo en general. Por un lado, debemos asumir nuestra responsabilidad; y, por otro, reconocer que los chicos tienen problemas inherentes a su personalidad. ¿Cómo es posible que adolescentes aparentemente normales puedan convertirse en homicidas como hemos vistos en el caso de Marta o de Rosario (la indigente asesinada en el cajero)? ¿Hasta qué punto está enferma nuestra sociedad?”
- Si se no pone freno a esta violencia en el ámbito doméstico, ¿podemos encontrarnos en el futuro con más adultos maltratadores?
“Sí, este puede ser finalmente el riesgo al que nos exponemos. Aunque no siempre se repita este patrón de agresividad, lo que sí es seguro es que tiene consecuencias a nivel cognitivo, emocional, etc. Podemos tener futuros ciudadanos dispuestos a usar la violencia cuando se encuentren con dificultades que no sepan resolver, ciudadanos que internamente llegan a asumir que otros les pueden pegar o lesionar porque de algún modo se lo merecen o ciudadanos con grandes heridas psicológicas y emocionales que repercuten en su vida cotidiana; pero también ciudadanos que se sobreponen a estos antecedentes tan trágicos, de algún modo sanan sus heridas y son capaces de recobrar la alegría, las ganas de disfrutar de la vida. Creo que para erradicar la violencia habría que educar a los niños y adolescentes de forma objetiva en el buen trato, tanto desde el seno familiar, como desde los propios centros educativos”.
- ¿Qué es más importante en la educación de los menores, el ámbito escolar o el familiar?
La familia y la escuela son indiscutiblemente los dos grandes pilares educativos de la infancia y, por tanto, debemos considerarlos como complementarios y superar la dicotomía en su análisis. La familia constituye, sin duda, un sistema de apoyo mutuo y tiene un papel esencial en la socialización de los hijos y su desarrollo psicológico. La escuela, por su parte, es el siguiente agente educativo, donde poco a poco se van a ir trabajando diferentes habilidades, contenidos e informaciones indispensables para la vida. Si escuela o familia renuncian a su rol educativo, lo asumirán otras instancias: el cine, la TV, la calle, etc. Además, más allá de familia y escuela, no podemos olvidar que existen siempre otros agentes de socialización muy importantes, como son
el grupo de iguales, tan preponderante en la adolescencia, y los medios de comunicación”.
- Uno de los temas más controvertidos en esta materia es el considerable aumento de los casos de suicidio de jóvenes, muchos de ellos derivados de casos de acoso escolar. ¿Cómo se puede actuar ante situaciones de bullying?
“En efecto. Las consecuencias de este tipo de situaciones en las víctimas pueden producir sentimientos de indefensión, sumisión e inferioridad, llegando en ocasiones a considerar la posibilidad del suicidio como una alternativa si no se tienen habilidades para manejarlo. Es relevante recordar ahora una serie de consignas a tener en cuenta para afrontar el acoso escolar, como que nadie tiene derecho a lesionarnos o humillarnos, porque así queda recogido en nuestras leyes y en nuestra sociedad; de hecho disponemos de recursos a los que acudir cuando esto sucede. Padres y educadores no deben restar importancia a la violencia en la que se mueven los niños y los adolescentes. No debemos callarnos ni ante el acoso a uno mismo, ni a un compañero; hay que pedir ayuda cuando nos encontramos ante un problema de estas características. Hay que ser conscientes de que las cosas no se van a resolver por sí solas o mirando a otra parte. Y por último, hay que buscar ayuda pues el hacerlo es de valientes y no de cobardes o chivatos”.
“Los centros de menores deben constituir un referente psicosocial fundamental”
- El reciente informe del Defensor del Pueblo hablaba de numerosas irregularidades en los centros de menores, muchos de los cuales se han convertido en guetos, donde difícilmente los jóvenes llegan a reinsertarse. ¿Qué le parece?
“Los centros de acogimiento -tanto los de protección como los de reforma- realizan una labor difícil e importante y deben constituir un referente psicosocial fundamental. Estamos de acuerdo con que se investiguen todas las irregularidades presuntamente detectadas con detalle, para lo que parece necesario que colaboren sin reservas los organismos supervisores, la Fiscalía, las entidades gestoras y las comunidades autónomas responsables de estos centros. El único fin solo puede ser garantizar el bienestar de estos menores, su reinserción, y no otros. La Convención de los Derechos del Niño ratificada por nuestro país en 1.990 debe en todo momento ser fuente de inspiración”.
- ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en el ámbito de los menores y el tratamiento de la información sobre los mismos?
“Siempre hemos considerado que el papel de los medios de comunicación es clave en cuanto a su gran potencial a la hora de comunicar y alertar sobre situaciones de riesgo. Además, nos parece fundamental la colaboración de los medios de comunicación con fundaciones como ANAR, para que nos conozcan todos los niños de nuestro país y así poder ayudarles. De hecho, en el año 2007, el 38% de los menores y los adultos que nos llamaron desde Canarias precisamente nos conocieron gracias a los medios de comunicación. Del mismo modo, debemos plantearnos que el papel de los medios de comunicación aún puede ser más riguroso en su relación con la infancia y la adolescencia. Son una herramienta magnifica para transmitir a toda la sociedad modelos positivos y normalizados de desarrollo, por ejemplo en la adolescencia; pero aún se hace poco. En este sentido, podemos plantearnos el por qué no se trata con el mismo rigor o reserva una noticia que afecta a menores residentes en nuestro país y a menores extranjeros no del Tercer Mundo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario