La historia de Abderramán Ait Khamouch (Marruecos, 1986) es una historia de superación. Con ochos años perdió su brazo tras caerse dentro de un pozo en Marruecos. Con 15 años tomó la decisión de abandonar su país natal como lo hacen muchos de sus compatriotas para llegar en patera a España. Lo consiguió al cuarto intento y a través del deporte encontró su camino. Después de pasar por varios centros de acogida descubrieron su potencial como atleta en una carrera de Barcelona. Una vez obtenida la nacionalidad española brilló en los pasados Juegos Paralímpicos de Pekín al conseguir la plata en 1.500 metros y el bronce en 800. Su historia incluso quedará refleja en un libro: El Ángel del ala partida. Pero la historia de Abderramán aún no ha acabado. Su próximo reto es competir con personas sin discapacidad.
-¿Qué te pasó en el brazo?
-Con ocho años me caí en un pozo que estaba lleno de cristales y piedras. Tuve suerte de que sólo fue el brazo. Me rompí la muñeca pero como estaba en un zona sin hospitales me pusieron una venda y con el tiempo se engangrenó y me lo tuvieron que amputar. Creo que fue la pobreza y el destino. A partir de entonces he aprendido hacer todo con un brazo.
-¿Cuándo decides venir a España?
-Con 15 años tomé la decisión de salir en busca de un futuro con esperanza. En Maruecos no dan oportunidades y como mi sueño era ser un gran deportista y no pude salir con las puertas abiertas salí escondido.
-¿Cómo saliste de Marruecos?
-Como la mayoría de la gente. En un cayuco y fue al cuarto intento.
-¿Temiste por tu vida?
-Una vez que vives la experiencia ya sabes lo que arriesgas. Te juegas la vida y a veces no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Pero no me importaba perder lo que tenía porque no estaba satisfecho. Me arriesgué y sufrí mucho. He visto la muerte cuatro veces pero al final llegué.
-¿Iban muchas personas contigo?
-Unas 40. Cada uno tiene sus motivos para salir. Emigrar es abandonar y la inmigración ha existido desde hace mucho tiempo.
-¿Cuánto tardaste en llegar?
-Desde que entré en el desierto escondido en una hayma hasta llegar a Canarias un mes prácticamente.
-¿Te despediste de tu familia?
-Me despedí de mi madre cuando me fui de casa pero no sabía si me iba a ir a España.
-¿Cuando llegas a tierras qué haces?
-Vuelve la tranquilidad y empieza otra etapa de mi vida. Pero también es dura porque no conoces a nadie y no sabes dónde ir. Como era menor acabé en un centro de acogida. Allí me escapé y después de Madrid llegué a Barcelona.
-¿En Barcelona es donde te descubren como corredor?
-Mi primera carrera fue la del Corte Inglés a los 18 años. Luego me apunté a un club de Nou Barris y después gané el campeonato de España de los paralímpicos. Como pasé una época buena me dieron una ayuda en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat y he aprovechado la oportunidad.
-¿Se cumplió tu sueño?
-Mi sueño de pequeño era ser un gran atleta. Mi padre me contaba como alcanzaba las liebres cuando corría y siempre hablaba de grandes corredores como Bekele, El Guerrouj o Fermín Cacho.
-Tu sueño al final obtiene recompensa en las pasadas Paralimpiadas, ¿no?
-Es cierto que tienes dos medallas en el cuello pero gracias a las experiencias que he vivido me han permitido ser fuerte mentalmente. Tengo un dicho: si quieres la miel tienes que aguantar las picaduras de las abejas. Todo en esta vida es esfuerzo y sufrimiento pero al final tendrás una recompensa. Querer es poder.
-¿Te han llegado ofertas de Marruecos?
-Sí. El problema en Marruecos son las federaciones que mandan allí, que escogen a los que quieren y no te dan una oportunidad y al final tienes que abandonar el país como han hecho muchos deportistas. Yo busqué mi sueño.
-¿Tiene previsto regresar a tu país de origen?
-Para estar una época y visitar a mi familia. Marruecos es donde he nacido y forma parte de mi pasado. Me gusta mucho igual que España donde tengo a mi novia que es de aquí y también muchos amigos. Estoy repartido entre los dos países.
-Cada día muchos jóvenes intentan cruzar el estrecho como tú lo hiciste hace uno años. ¿Volverías arriesgar la vida de nuevo?
-Arriesgar de esta manera no se lo recomiendo a nadie. El ser humano es el que se complica la vida y yo no volvería a repetir esta experiencia a pesar de lo que he conseguido.
-¿El deporte también es una forma de integración?
-Gracias al deporte me he integrado conociendo amigos y me ha devuelto la esperanza. Ahora tengo un sitio donde vivir y también estoy estudiando.
-¿Cómo ha sido esta vuelta a la normalidad después de las Paralimpiadas?
-Este año es más difícil que el anterior. Todavía no sé si tengo beca y no tengo patrocinador. Desafortunadamente no hay tanta igualdad entre los deportistas paralímpicos y olímpicos.
-¿Qué próximos retos deportivos te marcas?
-Mi objetivo es hacer historia con los deportistas sin ninguna discapacidad. Para este año quiero batir el récord mundial paralímpico e intentar estar en el campeonato de España con atletas sin discapacidad. Estos son mis retos deportivos y lucharé por conseguirlos.
Publicado en el diario La Vanguardia
Autor: Jesús Sancho
Foto: EFE
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