El caso generó graves disturbios entre la comunidad inmigrante de este pueblo andaluz, que por unos días estuvo tomado por los antidisturbios. Desde entonces, según ha sabido la SER, su cadáver permanece en las cámaras frigoríficas del anatómico forense. Trasladar el cadáver a Mali cuesta 5.000 euros. Su familia es extremadamente pobre y la comunidad maliense en España, que hasta hace un año conseguía recolectar dinero para casos parecidos, ahora no puede porque la crisis ha dejado a la mayoría en el paro.
Su familia está deseperada, llevan casi tres años sin verle desde que salió de Mali, cruzó en patera a España y después de que una puñalada acabara con su vida hace sólo dos meses, el único deseo de su madre y sus hermanos es poder despedirlo por última vez y enterrarlo en su pueblo. El coste asciende a 5.000 euros, una cifra imposible de asumir por una familia extremadamente pobre. Por ello, la comunidad de ciudadanos de Mali en España está intentando reunir esta suma y en dos meses, sólo el ayuntamiento de La Mojonera les ha ayudado con mil euros. Unos religiosos de Madrid que celebraron hace unos días una ceremonia, les entregaron la colecta de unos 800 euros para ayudarlos. Pero todavía les queda 4.000 euros por reunir.
El presidente de la comunidad de malienses ha pedido ayuda a los ciudadanos, pero como muchos han perdido el empleo por la crisis y ya no pueden aportar dinero como sí hicieron hace un año cuando pagaron la repatriación de los cuerpos de dos chicos que habían fallecido en Madrid y Segovia. Según denuncia esta asociación de inmigrantes, tanto el gobierno de Mali como el español se niegan a colaborar y se han desentendido de un asunto que el presidente del colectivo considera de su resposnabilidad porque este chico ha sido asesinado y su familia vive un verdadero drama.
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