Decenas de civiles resultaron heridos en nuevos combates ocurridos en varios puntos de la capital somalí, Mogadiscio, el pasado martes 24 de febrero. Hasta el momento, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han tratado 121 heridos en el Hospital Daynile, el mayor flujo de heridos desde que la organización abrió su programa quirúrgico en Daynile, a las afueras de Mogadiscio, en septiembre de 2007.
De las 121 personas tratadas en la sala de urgencias del hospital desde el martes, 47 eran mujeres y niños menores de 14 años mostrando, una vez más, el alto precio que paga la población civil en el conflicto somalí. Sólo en el día de ayer se atendieron 19 heridos en la sala de emergencia, entre ellos siete niños heridos cuando su colegio fue bombardeado. Uno de ellos murió más tarde. Las personas sufrieron varias heridas, sobretodo en el abdomen, pecho y cabeza. Todas ellas fueron producidas por explosiones o por impacto de bala.
“El equipo ha trabajado toda la noche sin descanso”, afirma Shelagh Woods, coordinadora general de MSF en Somalia. En 2008, el hospital de MSF de Daynile, con 60 camas, atendió a 5.250 personas con heridas traumáticas de los cuales 3.093 sufrían heridas de guerra. Más de la mitad de estos heridos de guerra eran mujeres y niños menores de 14 años. MSF, organización medico-humanitaria independiente, imparcial y neutral que trabaja en Somalia desde 1991, pide a todas las partes del conflicto a respetar la integridad de los civiles.
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