La RBU es una iniciativa cuyo fin es proporcionar a todos los ciudadanos, independientemente de su riqueza, una subvención para asegurar un ingreso mensual mínimo, y ha sido defendida por sus seguidores como un método de bajo coste para redistribuir la riqueza en las sociedades de países como Namibia que, según el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, tiene niveles muy altos de desigualdad. La jefa de enfermeras de la clínica de Otjivero, Bonita Nakanyala, ha podido incluso dar comida a los pacientes demasiado enfermos para cuidarse por sí mismos, y asegura que la donación ha ayudado a mejorar la seguridad alimentaria entre sus pacientes seropositivos. "Lo que solían hacer era comer gachas y azúcar. Era su almuerzo y su cena, o si no había nada, bebían agua azucarada", declara Nakanyala. Ahora estas personas comen más fruta, verduras y carne gracias a la entrada de efectivo, y muchos invierten parte de sus ingresos en arreglar sus casas y comenzar pequeños negocios, añadió Nakanyala.
La RBU en Namibia fue propuesta en primer lugar en 2002 por el Consorcio de Impuestos de Namibia (NAMTAX) nombrado por el Gobierno del país, que revisó el régimen fiscal y sugirió que la iniciativa fuera financiada mediante un impuesto mayor sobre la clase alta y media de los namibios. El coste nacional de la RBU supone un 4% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, 335 millones de euros. Actualmente, el grupo defiende una combinación de medidas para financiar esta renta básica en todo el país, incluido el aumento de los impuestos sobre la renta, los bienes de lujo y el valor añadido.
La directora de un socio de la coalición y 'think tank', el Instituto de Trabajo e Investigación, Hilma Shindondola-Mote, declaró que la RBU es la única forma de lo que denominó redistribución de la justicia que podría cerrar la profunda brecha que hay entre los ricos y pobres de Namibia. "Hay mucha gente pobre en este país y el Gobierno no tiene programas adecuados para la reducción de la pobreza", aseguró Shindondola-Mote. La subvención dará una red de seguridad para los namibios que no pueden acceder a las pensiones, como los niños o los discapacitados. Pero, pese a todo, hay quienes se oponen a esta inicitiva. El gerente del proyecto de la coalición, Dirk Haarmann, las preocupaciones sobre la eficacia, dependencia y gasto siguen siendo infundadas, ya que el coste de implementar el proyecto es pequeño comparado con otros subsidios que se entregan.
"Administrar esta evaluación financiera requiere una Administración que decida quién es pobre y quién no", declaró Haarmann. "La administración es costosa por un lado y, por el otro, abre el camino a la corrupción. Con esta renta básica no necesitas probar nada porque es universal", añadió. La prueba real de si este subsidio ha creado dependencia llegará en diciembre de 2009, cuando el proyecto concluya. Aunque los responsables gubernamentales lo hayan acogido calurosamente, la coalición no sabe si la RBU se aplicará a nivel nacional.
Fuente: Europa Press
Foto: Laura López González / Irin
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