Ellas traen el dinero a casa, van a por leña para el hogar, trabajan el doble que el hombre y descansan la mitad, sin embargo, cuando el hombre llega, bajan la cabeza y obedecen. La situación es más sangrante cuando se trata de su salud porque también en esto son las últimas en recibir atención y las primeras en recibir vejaciones. conseguir mejorar la salud de las mujeres africanas es de los principales objetivos de una organización como Matris Mundi, que se encarga de mejorar la salud de las madres y los niños en países en vías de desarrollo, acudiendo a países como el Congo para ayudar a las mujeres en su maternidad, su trabajo y en definitiva en mejorar su día a día, su vida.
No dejar que lo urgente se imponga a lo importante, es una máxima de vida, sin embargo, en África esto es prácticamente imposible porque todo en ese continente es urgente. Por eso, entre los miles de problemas que acosan al continente, la situación de las mujeres pasa como uno más. Mientras en España se discute sobre la conveniencia de implantar el parto natural en los hospitales, en el tercer mundo la mortalidad materna es 200 veces mayor que en nuestro país y la mitad de esas muertes se producen en el África Subsahariana. José María Carrera es el presidente de Matris Mundi y asegura que "sólo con que las personas que atienden el parto se lavasen las manos, las muertes de recién nacidos se reducirían a la mitad".
Fístulas obstétricas
Carrera participó esta semana en el XXI Congreso de la Sociedad de Medicina Perinatal que se celebró en Tenerife. El cooperante explicó a DIARIO DE AVISOS que "Matris Mundi es una ONG que canaliza el espíritu solidario y de cooperación de la sociedad hacia la ayuda de la mujer en África". Entre las labores de la organización se encuentran cuestiones tan básicas como operar a las mujeres de fístulas obstétricas, que se producen ha consecuencia del parto, "como la mayoría de ellas son muy jóvenes todavía no tienen la pelvis desarrollada y es demasiado estrecha para que el bebé salga sin problemas", explica Carrera.
El resultado es que, el bebé, al intentar salir, presiona la vejiga hasta perforarla. La consecuencia es que las madres que lo padecen luego se orinan durante toda su vida. "Acaban siendo repudiadas por su pareja y sus familiares y abandonadas en una choza donde les dan comida hasta que fallecen", dice Carrera. Actualmente tres millones de mujeres africanas padecen esta patología. El presidente de Matris Mundi explica que "tenemos proyectos de asistencia en África, fabricamos hospitales, facilitamos equipo y formamos a las comadronas del lugar, mejorando sus formación a efectos empíricos además de a sus propios médicos y enfermeras".
Carrera denunció que el primer mundo no sólo no se ocupa de ayudar al continente negro sino que además "les quitamos a sus intelectuales". Faltan profesionales, tienes menos médicos ahora porque "la mitad se han ido a Europa o Estado Unidos. No sólo no los dotamos de infraestructuras sino que les quitamos sus intelectuales y esto empeorará con la ley de Sarkozy, la tarjeta azul, con la que los médicos del continente podrán entrar libremente en Europa sin los problemas que se les ponen al resto". Castro cifró la huida de médicos de África en 30.000, de los que 20.000 se han ido a Europa y 10.000 a Estados Unidos, "hay más médicos de Sierra Leona en Estados Unidos que en el propio país", asevera.
Cultura
Carrera reconoce que una de las principales problemas con los que se enfrenta la organización que dirige es la cultura machista del continente. "Por ejemplo, explica, se producen tantas muertes de las mujeres al dar a luz porque lo hacen en sus chozas, sin agua, sin luz. Si hay complicaciones la petición de ayuda se retrasa hasta tres días y si a esto le sumas el problema del transporte -una ambulancia por cada cien mil habitantes- y sin carreteras, la muerte de la mujer es casi segura. Por último los propios centros sanitarios son el último escollo al carecer de material y personal".
Carrera reconoce que el hombre es el que manda y se ha acostumbrado a que se le obedezca, "por eso nosotros nos dirigimos a las asociaciones de mujeres para que sean ellas las que impulsen los cambios, porque cuando llega el hombre, se callan. Ellas trabajan más, descansan menos, se encargan de traer dinero a casa, de buscar leña. La esperanza es que las mujeres en un futuro digan basta y vayan adquiriendo su poder y que mejoren para ella y sus hijos. El hombre vive sin dar golpe, si puede no hace gran cosa", sentencia.
El presidente de Matris Mundi quiso destacar no sólo la labor de sus colaboradores, "que renuncian a sus vacaciones para ayudar" sino también la función de control que llevan de la actividad de la organización. "Una figura vital para nosotros es el expatriado (jefe de misión), que se encarga de fiscalizar los proyectos y asegurarse que el dinero llega a donde tiene que llegar. Tiene una gran responsabilidad porque África es un conjunto de países donde campa la corrupción, la holgazanería, la desidia, donde están acostumbrados a poner la mano por todo y el expatriado se asegura de que el dinero llegue donde debe".
Publicado en el Diario de Avisos (Tenerife)
Autor: Natalia Torres
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