Oficiales de inmigración británicos descubrieron el pasado fin de semana que en un restaurante chino el chef vivía en el congelador. Durante un operativo relacionado con la inmigración ilegal realizado en Llandudno, Gales, encontraron que el cocinero, procedente del gigante asiático, tenía caducado el visado y vivía desde hacía semanas en el congelador de alimentos para evitar ser descubierto y deportado a su país.
El hombre había quitado la puerta del receptáculo de frío y había metido una cama dentro. El cocinero fue arrestado y repatriado a su país. Su empleador, mientras tanto, podría enfrentarse a una multa de unos 15.000 dólares.
Richard Johnson, oficial de la Agencia de Inmigración Británica, explicó que "así como el caso del freezer hemos encontrado otros donde cinco personas duermen en un baño o tres hombres viven en una despensa de alimentos, rodeados de carne y vegetales".
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