Un total de 28 personas han muerto en Zambia a causa del cólera, una enfermedad que, desde el pasado mes de agosto causa estragos en el vecino Zimbabue. En Sudáfrica se han contabilizado ya 15 casos por esta patología. "Desde septiembre, hemos registrado 2.108 pacientes, de los cuales 28 han fallecido", ha asegurado el portavoz del Gobierno Canisius Banda, quien ha precisado que "lo que ocurre en Zambia no tienen nada que ver con la situación de Zimbabue". Zambia ha enviado 404.000 dólares (unos 307.300 euros) a Harare para ayudar a combatir el cólera, según ha precisado Banda.
Al menos 2.106 personas han muerto de cólera desde agosto en Zimbabue, donde el número de afectados supera ya los 40.000, según el último informe de la ONU. En Sudáfrica, otro de los países vecinos de Zimbabue, el ministerio de Sanidad ha revisado al alza las cifras. "El último informe habla de 15 muertos en todo el país y de más de 2.000 casos, frente a los nueve muertos que se registraron en diciembre", ha indicado el portavoz del ministerio sudafricano, Fidel Hadebe.
"La mayoría de las muertes han tenido lugar en la provincia de Limpopo -al noreste del país, en la frontera con Zimbabue-", ha añadido. El cólera provoca vómitos y graves diarreas, lo que conduce a la deshidratación. Si no se trata a tiempo, resulta mortal. Otros casos de cólera se han registrado igualmente en otros países cercanos a Zimbabue, como Botsuana y Mozambique.
Precisamente, un equipo internacional de médicos y defensores de los Derechos Humanos reunidos por Médicos para los Derechos Humanos (PHR, por sus siglas en inglés) ha realizado una evaluación de emergencia sobre la crisis sanitaria de Zimbabue en la que aseguran que el sistema sanitario del país está en un completo colapso.
El informe subraya que la epidemia de cólera sólo es un síntoma de un colapso total en un país en el que se incrementa la mortalidad materna, la malnutrición, la interrupción en los tratamientos para seropositivos, la tuberculosis que se propaga sin límite y los brotes de ántrax. También destaca las violaciones de los Derechos Humanos y explica por qué el régimen del presidente, Robert Mugabe, debe responsabilizarse de este desastre provocado por la mano del hombre.
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