"Nos pueden esconder bajo la alfombra, pero seguiremos existiendo como ha pasado toda la vida. Tenemos derecho a trabajar". La afirmación la espetó una mujer que se presentó como prostituta del barrio del Raval a Xavier Trias, el líder de Convergència i Unió en el Ayuntamiento de Barcelona. Trias se desplazó a la calle de Robador -uno de los enclaves históricos de prostitución de la ciudad- para criticar la política del alcalde, Jordi Hereu, con relación a la prostitución, básicamente por la no aplicación de la ordenanza.
La presencia de Trias -registrada por cámaras de televisión- generó un intercambio airado de palabras entre vecinos y alguna prostituta y con demandas y críticas de ambas partes a los políticos. Los vecinos están cada vez más molestos por el deterioro del barrio: "Pero no es sólo la prostitución, es todo. Aquí se trafica con heroína y no hacen nada. Esto es pasto de borracheras y lateros y tampoco lo evitan", argumentaba un vecino. Otro terciaba sobre la prostitución: "No tenemos nada en contra de la prostitución pero tiene que ser como Dios manda".
Una mujer -de 41 años y de nacionalidad uruguaya- se dirigió a Trias para expresar lo que otras prostitutas -que se miraban la escena a pocos metros- también piensan: "Antes podíamos hacer el servicio en algunos locales de aquí mismo pero lo prohibieron y ahora no tenemos más remedio que contactar en la calle y luego buscarnos la vida". Trias se declaró abolicionista pero a la vez -"soy realista", aclaró- reconoció que la prostitución es una "realidad" que hay que regular en tanto no se consiga eliminarla. "Sobre todo haciendo cumplir las ordenanzas que para eso están", insistió. Más duro se mostró el presidente del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, que directamente pidió más represión policial para atajar el fenómeno, en contraste con lo expresado anteayer por su compañera de partido Esperanza Aguirre.
Publicado en el diario El País
Autor: B. Cia / J. Garriga
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