El sueño de que la caída del régimen de Sadam Husein pusiera fin a las torturas y las matanzas en Irak ha desaparecido, ya que más de mil presos siguen aún condenados a pena de muerte, según la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
En un informe sobre la situación en Irak, AI señala que el "destartalado sistema judicial" iraquí apenas puede atender delitos comunes, menos aún los de pena capital. Por eso, la ONG pide una "inmediata moratoria" a todas las ejecuciones y señala que la de Sadam Husein recordó la "brutalidad" de su régimen. "Muchos iraquíes que han quedado traumatizados por sus políticas (de Sadam Husein) esperaban que se abriese un nuevo capítulo, en el que los derechos humanos fuesen respetados y mantenidos y que la tortura, las matanzas y la pena de muerte quedasen sólo como un mal recuerdo del pasado", indica el texto.
"Seis años después (de la caída del régimen en 2003), cuando unos mil presos afrontan la perspectiva de la ejecución, ese sueño ha desaparecido", puntualiza AI. El director de las campañas de la ONG en el Reino Unido, Tim Hancock, ha señalado que es "extremadamente alarmante" la cantidad de gente que está condenada a la pena capital. De los más de 1.000 prisioneros que esperan este castigo en Irak, unos 150 han agotado todas las formas de apelación.
"Cuando las autoridades iraquíes restablecieron la pena de muerte (en agosto de 2004) declararon que la necesitaban para hacer frente a la violencia extendida en el país", agrega AI, que afirma que no hay pruebas de que esa medida tuviera un efecto disuasorio.
Publicado en el diario El Mundo
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