La segunda jornada de búsqueda de los inmigrantes desaparecidos ayer cerca del islote Perejil al hundirse una patera se ha cerrado esta noche sin que se haya encontrado ningún náufrago y sin esperanzas de hallar supervivientes, mientras que Marruecos se ha hecho cargo de la investigación del suceso. Una jornada en la que también han sido dados de alta los últimos supervivientes que permanecían ingresados, tres mujeres -ninguna de ellas embarazada- que pasaron la noche en el hospital de Tánger con síntomas de hipotermia y cansancio. Tanto ellas como los otros ocho supervivientes localizados ayer han pasado a disposición policial.
Fueron sus testimonios los que alertaron de la desaparición de unas cuarenta personas, dado que en la embarcación viajaban alrededor de sesenta y, por el momento, sólo se han recuperado ocho cadáveres. En la búsqueda de los náufragos han participado a lo largo de todo el día de hoy equipos de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, la Armada y la Cruz Roja Española, así como la Armada marroquí. No obstante, las labores de localización han sido aplazadas a última hora de la tarde debido a la falta de luz sin que se hayan encontrado más víctimas.
La búsqueda se ha centrado en las inmediaciones del islote, así como por las costas de Marruecos y Ceuta, próximas al lugar del suceso. Al rastreo se ha incorporado esta mañana la patrullera P-114 de la Armada española, junto a los efectivos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil que ya trabajaron ayer en la zona. Precisamente la Guardia Civil localizó ayer el cuerpo de un varón, mientras que la embarcación de Salvamento El Puntal halló a otros siete cuerpos más, todos ellos de mujeres, los cuales han sido trasladados hasta Marruecos.
Los equipos de rastreo han destacado la imposibilidad de encontrar inmigrantes con vida, y barajan la opción de que los cuerpos de los desaparecidos estén en el fondo del mar o bien hayan sido arrastrados por las corrientes de la zona. Con todo, las primeras hipótesis del siniestro apuntan al elevado número de personas que iban en la embarcación o al choque con un barco, aunque no se descartan otras teorías. Tras el hundimiento se localizaron once supervivientes y ocho cadáveres, siete de ellos mujeres (algunas embarazadas), cuyas edades oscilan entre los 18 y los 27 años, y que han sido conducidos al tanatorio municipal de Tánger.
El forense ha comenzado a identificar a las víctimas con pruebas de ADN y otro tipo de reconocimiento -como fotos de posibles tatuajes o marcas corporales- antes de realizar las autopsias. Las labores de búsqueda se han aplazado hasta mañana cuando las condiciones de visibilidad permitan que se reanuden.
Fuente: EFE
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