Husein, en cambio, se negó a admitir su culpabilidad, exigió hablar con un abogado, y se enfrenta ahora a hasta 40 latigazos, la pena ordinaria por vestirse de manera "indecente" según la interpretación de la sharia vigente en Jartum. Varias de las detenidas proceden del sur del país, mayoritariamente animista y cristiano, en donde no encuentra aplicación la ley islámica. En teoría, los ciudadanos sudaneses no musulmanes no están sometidos a la sharia en todo el territorio del país.
"Yo llevaba unos pantalones y una blusa, al igual que las otras chicas", dijo a la BBC Husein, que escribe una columna semanal publicada en medios sudaneses y que trabaja para Naciones Unidas en el país africano.
Publicado en el diario El País
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