La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) afirmó este miércoles que alrededor de 223.000 somalíes han huido de Mogadiscio desde el pasado 7 de mayo, cuando las milicias de Al-Shabaab y Hisb-ul-Islam lanzaron ataques contra el Gobierno. Recientemente, el Acnur suspendió la ayuda humanitaria al sur de Somalia tras el saqueo de tres de sus oficinas en la sureña ciudad de Baidoa. Por su parte, el secretario general de la ONU condenó el asalto. Así, el ACNUR ha cifrado en 20.000 las personas desplazadas en las últimas dos semanas y ha indicado que que, a medida que aumenta el número de desplazados crecen las dificultades de los trabajadores humanitarios para asistir a esas personas. El Acnur se mostró "muy preocupado" por la grave situación del gran número de desplazados que han encontrado refugio en campamentos improvisados en el corredor de Afgooye (suroeste de Mogadiscio), donde reina un calor sofocante y acoge a más de 400.000 desplazados por conflictos previos.
Esta agencia de la ONU aseguró que las organizaciones humanitarias locales se hallan en una situación comprometida al operar en un terreno hacinado y con mínimas instalaciones y servicios. "No hay sistemas de alojamiento adecuados, ni instalaciones de saneamiento o agua potable. La situación ha empeorado con las últimas lluvias torrenciales. La falta de letrinas plantea un importante riesgo sanitario", añadió. Además, el Acnur indicó que los continuos combates y el deterioro de la seguridad en Somalia dificultan la entrega a tiempo de ayuda humanitaria desde el puerto de Mogadiscio hacia Afgooye y otras partes del país.
Fuente: Servimedia
Foto: Reuters
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