La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) advirtió ayer que el consumo de droga se ha convertido en un factor de "inclusión" social, y no de exclusión, lo que genera una realidad "radicalmente nueva" en torno a este problema que requiere una renovación de las estrategias preventivas.Así lo constata un informe de la FAD presentado por su director general, Ignacio Calderón, y el director técnico Eusebio Megías, que señala que la realidad sobre el consumo de drogas "ha cambiado mucho", por lo que "ya no valen respuestas antiguas para problemas nuevos".
Según Calderón, la percepción del "riesgo" ha cambiado: "ahora lo que más miedo da a los jóvenes es sentirse marginados en el grupo, por tanto el riesgo para ellos es éste y no los efectos de las sustancias", ha explicado."El consumo se ha vestido de otra manera", y ahora "el drogadicto ya no es sólo el que se veía tirado en un parque, sino que puede llevar traje y corbata".
El estudio ha nacido de una percepción colectiva de los problemas que no se corresponde con la realidad objetiva, es decir, que "los conflictos sociales se dimensionan más por lo que la gente cree que son, que por lo que son realmente".En este sentido Megíea cree que "no se puede apostar sólo por el no consumo, porque así nos estamos dejando a una gran parte de la sociedad".También acepta una serie de premisas tales como el hecho de que las drogas "no van a desaparecer" y por ello se debe "aprender a convivir con ellas", las expectativas de beneficios desde el punto de vista del consumidor o la aceptación de que "no todos los consumos son igual de arriesgados".
La FAD subraya que la sociedad "debe aparcar la visión ingenua" del asunto y asumir, entre otras "realidades", que consumir drogas "no implica necesariamente tener problemas con ellas".
Entre las propuestas se apuesta por el "diálogo" y el refuerzo de la colaboración entre las administraciones y la sociedad.
Publicado en el diario Levante
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