Alumnos y profesores de la Universidad de Navarra (UN) han puesto en marcha el proyecto solidario 'Defiende su futuro', que pretende apoyar las tareas de prevención contra la prostitución infantil que llevan a cabo en Tailandia y Camboya las ONG Somos Uno y Por la Sonrisa de un niño. La prostitución infantil en el sudeste asiático, según datos del Informe público de Mahidol University, afecta sólo en Tailandia a más de 50.000 niñas menores de 15 años y a 100.000 que todavía no han cumplido los 18.
El proyecto, que ha sido presentado hoy en conferencia de prensa por el escritor donostiarra José Luis Olaizola, tiene como objetivo proporcionar becas de estudio que cubran la manutención de aquellas niñas que, debido a la pobreza de sus familias y su entorno, estén en riesgo de caer en la prostitución. Olaizola ha aseverado que se puede colaborar con una donación anual fija de 100 euros, aportada por una sola persona o por varias, un importe que cubre la educación y la manutención de una niña en Tailandia durante todo el año.
Aunque también se pueden hacer aportaciones mayores, ya que el coste anual en Camboya asciende a 432 euros, una tarea que desarrolla la ONG Por la sonrisa de un niño, que ayuda a las familias que trabajan en el basurero de Pnhom- Penh. La portavoz de esta ONG, Marisa Caprile, ha aseverado que los padres de estas niñas viven de la basura que recogen y después revenden, y ha agregado que debido a la crisis ésta se la compran a un menor precio, por lo que después de una jornada laboral pueden ganar al día medio dólar.
Caprile ha argumentando que cuando se ve de cerca la pobreza en la que viven estas familias, se es consciente de que "es horrible", pero la única salida que tiene muchas madres es vender a la hija mayor, por unos cien euros, para poder dar de comer a los demás hijos. Asimismo, ha apuntado que en los campamentos que organiza la ONG Por la Sonrisa de un Niño con un euro comen cuatro niños, por lo que, según ha apuntado Caprile, la manera "más eficaz" de que esos niños salgan de la pobreza y puedan acceder a la educación es mediante el apadrinamiento.
Por su parte, Rassammee Krisanamis, de la Jess Foundation, una ONG tailandesa, ha subrayado que convenció a Olaizola para poder traducir a ese idioma los libros de este escritor de forma gratuita y ha explicado que con el dinero obtenido en su venta, han construido una escuela así como un huerto que sirven para alimentar a las jóvenes en riesgo de caer en las redes de la prostitución. Krisanamis ha apuntado que el problema de muchas jóvenes es que no tienen ni carné de identidad, no hablan el idioma, ni tienen dinero y acaban cayendo en la redes de la prostitución dónde además sufren abusos que no pueden denunciar. Además, ha aseverado que en Tailandia sigue perviviendo una cultura machista, y muchas mujeres dependen económicamente de sus maridos, por lo que no pueden hacer nada cuando éstos acuden a los prostíbulos.
Fuente: EFE
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