La ONG Farmacéuticos Mundi ha denunciado el aumento de medicamentos falsos en el mercado internacional, lo que supone una amenaza no sólo para España sino, sobre todo, para los países en vías de desarrollo, donde el control de estos productos es extremadamente difícil. De hecho, se calcula que, si bien en los países industrializados este mercado aún no ha sobrepasado el 1% del montante total, en los lugares pobres puede llegar al 50%.
Por este motivo, desde Farmamundi se ha hecho un llamamiento a que todas las instituciones, organizaciones no gubernamentales y asociaciones que quieran enviar fármacos a las zonas desfavorecidas lo hagan a través de los cauces previstos por la ley internacional al respecto ya que, de esta manera, se garantiza la distribución ética y no lucrativa de medicamentos, material sanitario y equipamiento para la ayuda humanitaria.
Desde el Área Logística Humanitaria de Farmamundi se facilita el acceso a este tipo de productos que, generalmente son demasiado caros para la población de los países pobres y, por lo tanto, más susceptibles de ser adquiridos en el mercado ilegal, lo que a su vez multiplica enormemente las posibilidades de falsificación.
"Los elevados precios de algunos medicamentos hace que se conviertan en un negocio muy rentable para los traficantes, que pueden sacarles un beneficio enorme", ha manifestado Eduard Soler, vocal de proyectos de la citada ONG. Por este motivo, es importante "colaborar con las autoridades sanitarias asesorando, formando y financiando estructuras y profesionales que de una manera sostenible y duradera puedan ejercer el control sobre toda la cadena de distribución del medicamentos", afirma Soler.
Otras medidas propuestas desde las organizaciones solidarias es fomentar las políticas y acuerdos que hagan accesible el medicamento a la población más desfavorecida, potenciar el uso de los fármacos genéricos (sin marca comercial, pero con idéntico principio activo), crear sistemas de aprovisionamiento y diseñar listas de fármacos esenciales que deberían tener prioridad para su distribución.
Los especialista han recordado que estas medidas son especialmente útiles puesto que, mientras que en las naciones desarrolladas el mercado de medicamentos falsos suele estar circunscrito a los productos relacionados con los estilos de vida (obesidad, disfunción eréctil, calvicie...), en los países pobres han alcanzado todo tipo de tratamientos, de manera que se está poniendo en peligro la vida de miles de seres humanos. Concretamente, el último informe de la ONG International Policy Network calcula que sólo el uso de antimaláricos y antituberculosos ilegales mata cada año a 700.000 personas en el planeta.
Por este motivo, las autoridades sanitarias de todo el mundo están tomadno cartas en el asunto. En nuestro país, la Agencia Española del Medicamento puso en marcha hace dos años una Estrategia frente a Medicamentos Falsificados. Por su parte, la Comisión Europea ha presentado una propuesta para modificar la directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo (que data de 2001) para establecer un código comunitario sobre medicamentos para uso humano.
Publicado en el diario El Mundo (Alejandra Rodríguez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario