Equipos de ONG como MSF trabajan contra la emergencia nutricional en el suroeste de la República Centroafricana. En esta región, sin duda, una de las más vulnerables a la crisis económica, prácticamente dos tercios de los trabajadores dependen de la actividad en las minas de diamantes. Sin embargo, y debido a la falta de demanda, se ha reducido la actividad en el sector hasta un 65%. Esto ha provocado que miles de personas se han quedado sin la que era su única fuente de ingresos. Esto, sumado a muchas otras causas no menos importantes, como la falta de acceso a un correcto sistema médico, una dieta pobre en nutrientes o enfermedades como el SIDA o la tuberculosis, ha provocado una situación francamente crítica.
El programa de MSF, que posee 4 operaciones de ayuda abiertas en la zona, proporciona actualmente cuidados médicos más de 3.000 niños con desnutrición aguda. De estos, 150 requieren cuidados intensivos y estan ingresados en centros terapéuticos nutricionales, mientras que el resto de pequeños siguen el tratamiento de manera ambulatoria con alimentos terapeuticos preparados (RUTF) que facilitan el tratamiento contra el hambre. A pesar de sus ventajas curativas, "en la actualidad los RUTF sólo llegan a un 9% de los 19 millones de niños amenazados por la desnutrición aguda".
Esta es una de las razones por las que, en un día como el Día Mundial de la Alimentación, Médicos Sin Fronteras reclama de nuevo que las ayudas alimentarias se adapten a las necesidades específicas de la infancia e incorporen sin falta la alimentación terapéutica como el tratamiento más eficaz contra la desnutrición aguda severa.
Fuente: Servimedia
Foto: EFE
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