Al menos 100.000 euros necesita el atleta para financiar su presencia en la justa veraniega, por lo que decidió, junto con un amigo, abrir un prostíbulo en la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda. Campbell ya hizo sus cuentas y en caso de que el negocio tenga el éxito esperado, podría reunir por lo menos la cifra de 250 mil euros, lo cual ayudaría en demasía a sus padres al no desembolsar ni un solo centavo para el viaje de su hijo, además de tener más tiempo para entrenarse.
Esta situación provocó el rechazo rotundo del Comité Olímpico del país oceánico, quien ya amenazó con una demanda al taekwondista, al considerar que la forma de ganar dinero no es la más adecuada, mucho menos ejercer la prostitución de mujeres. "Al final del día, siento que no estoy explotando ni forzando a nadie para estar aquí. Todos están aquí con libertad", manifestó un sonriente Campbell.
Fuente y foto: Sidney News
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