Las llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo (en especial a Almería), sobre todo argelinos que salen desde las costas de ese país, «se han convertido en el principal problema inmigratorio procedente de África», según recogen informes del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso ABC. Atrás quedaron los cayucos cargados de subsaharianos procedentes de Mauritania y Senegal que arribaban a Canarias y obligaron a improvisar los sistemas de acogida.De los 6.211 inmigrantes que habían llegado a nuestras costas de forma ilegal hasta el 21 de septiembre, sólo 2.106 desembarcaron en Canarias, apenas un tercio del total. Y no sólo eso, sino que desde el pasado marzo la tendencia se ha invertido por completo y desde entonces son más los indocumentados que llegan a la Península que los que lo hacen al Archipiélago, un hecho impensable hace un par de años.
Cambio de rutas
El rostro de la inmigración vía marítima ha cambiado radicalmente, igual que las rutas y los destinos elegidos por quienes vienen a España. Los datos acreditan estas transformaciones, así como una reducción drástica de la llegada de extranjeros en pateras o cayucos: 290 embarcaciones con 6.211 inmigrantes en nueve meses, frente a las 381 embarcaciones y 11.996 personas que acabaron en nuestras costas el año pasado en el mismo periodo: el descenso es del 48,2%.
Pero la disminución no se ha dado en todas las zonas. La llegada de argelinos ha aumentado un 49,6% con respecto al mismo periodo del año pasado, si se suman las personas que vinieron en patera más las que se consideran en situación de estancia (en centros temporales). Así, según los datos se ha pasado de 1.407 ciudadanos de esa nacionalidad a 2.106. Almería se ha convertido en la primera puerta de entrada de la inmigración por mar, ya que a esta provincia habían llegado hasta el 21 de septiembre 1.834 inmigrantes, un 40% más que el año anterior y sólo en los catorce primeros días de noviembre se contabilizan otros 472 argelinos. Las llegadas también han aumentado en Algeciras, donde han descendido los inmigrantes marroquíes, pero «empieza a ser preocupante el aumento de subsaharianos», según los informes.
Los subsaharianos son, de hecho, el grupo más numeroso en el conjunto de las costas españolas (3.648 inmigrantes en lo que va de año), aunque abarcan varias nacionalidades. Los países tradicionalmente emisores como Mauritania o Senegal están ejerciendo mayor control -animados por las contrapartidas económicas del Gobierno español- y el despliegue marítimo y aéreo mantiene el efecto disuasorio. En los últimos meses no se ha interceptado ningún cayuco en aguas senegalesas ni ha habido detenciones en tierra firme.
La zona de Levante es la que acapara el número de llegadas por el incremento de argelinos, como se ha explicado. En Canarias la disminución es más que notable: de 7.000 personas el año pasado a 2.175 éste y, además, en abril y en mayo no se produjo ni un solo desembarco. Cádiz y Málaga son las otras provincias donde más se ha notado la «crisis de las pateras».
Mientras la pasada quincena llegaban a nuestras costas 492 argelinos (43 embarcaciones), en una semana sólo se repatrió a 16. Estamos ante un «descenso del número de repatriaciones consecuencia de la drástica reducción del número de barcos que realizan la travesía España-Argelia», explican los informes de Inteligencia. En esos días las autoridades argelinas detuvieron a más de un centenar de sin papeles y pasadores.
Los CETI, llenos
Un inmigrante, que asegura haber sido expulsado siete veces de España, explicaba en la prensa argelina el 8 de octubre que era mejor la travesía hacia España o Italia en lugar de la vía tradicional de Marruecos y luego Melilla por la mejora de los medios para el viaje, tanto en tiempo como en seguridad. En Mali, el Gobierno está recibiendo duras críticas por aceptar las repatriaciones de sus nacionales mientras que en Mauritania las Fuerzas de Seguridad siguen deteniendo a gente en su territorio.
La situación ha mejorado aunque los CETI (centro de estancia temporal) de Ceuta y Melilla siguen completos: 425 personas en el primero y 411 en el segundo la semana pasada. «Los CIE (centro de internamiento de extranjeros) de la Península, ante la avalancha de argelinos, impiden nuevos movimientos en los próximos días», concluyen los informes.
Publicado en el diario ABC
Autor: Cruz Morcillo
Foto: EFE
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