¿Se acuerda de cuando dijo que Barack Obama estaba muy bronceado? ¿O de cuando hace unos años le puso los cuernos al entonces ministro español de Industria, Josep Piqué, en una foto oficial? Por no hablar de cuando hizo como que disparaba a una periodista que se atrevió a lanzar una pregunta incómoda a su amigo Vladimir Putin durante una rueda de prensa conjunta...
Silvio Berlusconi nunca se ha distinguido por ser políticamente correcto. Al revés: su andadura pública está repleta de resbalones garrafales, chistes de dudoso gusto y colosales meteduras de pata. Y este jueves ha añadido una nueva una nueva perla a su ya larga lista de desatinos. "Menos inmigrantes significa menos criminalidad", vino a soltar el primer ministro italiano.
El nuevo desliz ha tenido lugar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado por la mañana en Reggio Calabria, epicentro del territorio controlado por la 'Ndrangheta, la organización mafiosa más poderosa en este momento. La elección del lugar venía a cuento de la aprobación por parte del Ejecutivo de un plan para reforzar la lucha contra la mafia y el trabajo negro.
Berlusconi, cuyo Gobierno ya aprobó el año pasado una ley que tipifica como delito la inmigración irregular, sacó pecho al presentar las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros y el éxito de anteriores iniciativas. "Los resultados en nuestra lucha contra la inmigración clandestina son muy positivas", aseguró. Y a continuación subrayó que "una reducción de los extracomunitarios en Italia significa menos fuerzas para engrosar las filas de los criminales". Una polémica afirmación que ha desencadenado un alud de críticas.
Publicado en el diario El Mundo
Autor: Irene Hernández Velasco
Foto: AFP
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