La ignorancia y la superstición son las principales responsables del auge de la xenofobia en cualquier parte del mundo. El racismo, que también encuentra espacio en el continente africano, ha convertido a los albinos del continente en la diana de un sinfín de dardos envenenados que, en ocasiones, llegan a causar la muerte. Precisamente, en la patera que llegó el domingo a las costas canarias, con 64 inmigrantes a bordo, viajaba un albino de raza negra.
La nación donde más se siente esta discriminación es en Tanzania, país caracterizado por las olas de violencia contra los albinos. Muchos pierden la vida. Las partes de sus cuerpos, además, acaban siendo objetos de contrabando. Los órganos de estas personas son considerados fetiches que dan lugar a macabras matanzas. Todo porque, según ciertas leyendas, las partes de los albinos dan buena suerte, ya sea para librarse de morir o para encontrar las mejores vetas. En Tanzania, un país de 39 millones de habitantes, se estima que hay cerca de 270.000 albinos.
Creencia
Además, en el resto del continente, muchas naciones han asociado a estos habitantes con la práctica de la brujería, relación que ha alentado la marginación. Existe una creencia monstruosa en el norte de Tanzania: ingerir una pócima elaborada con partes de cuerpos de albinos origina que una persona se haga rico o encuentre oro. Este desatinado mito ha cruzado Burundi y se teme que llegue a otros países, lo que ocasionaría una matanza sin sentido.
El asesinato de albinos es un crimen asociado al sector de la minería, una actividad clave en Tanzania, donde se encuentran importantes yacimientos de diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros. También es el tercer productor continental de oro, después de Sudáfrica y Ghana. Se piensa que los centros mineros son el mercado habitual para este contrabando de órganos de albinos, y las autoridades creen que los mineros de pequeña escala son los principales compradores.
Publicado en el Diario de Avisos (Tenerife)
Foto: EFE
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