Consiguieron regularizar su situación y ahora temen volver a perder los papeles. Miles de inmigrantes a los que les toca ahora revisar su permiso de residencia están abocados a perderlo debido al incremento del desempleo, lo que provocaría un aumento de la bolsa de personas en circunstancia irregular. Así lo denuncian las ONG y sindicatos, que certifican el aumento de las consultas en sus servicios de atención al inmigrante relacionadas con este punto. Desde hace unos meses, cerca del 60% de las peticiones de asesoramiento que llegan a la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga (CIM) son sobre la renovación del permiso de residencia, según explica Gerardo Márquez, portavoz de este organismo.
En 2005, cerca de 20.000 personas regularizaron en Málaga su situación después de años trabajando por sueldos menores que los de sus compañeros españoles, sin contratos y sin seguridad. Con los ansiados papeles, lograron la estabilidad jurídica, que les permitió reagrupar a sus familias mientras pasaban a ser ciudadanos de pleno derecho que también aportaban su cotización a la Seguridad Social. La primera revisión del permiso de residencia llegó en 2006. La siguiente se produce en el último trimestre de 2008 y principios de 2009. Para poder renovar el permiso es necesario tener un contrato en el momento de la revisión o una oferta de contrato vinculante, además de demostrar que en el último año han trabajado al menos seis meses. En este punto hay una excepción: se permite demostrar sólo tres meses de trabajo si se demuestra que ha estado buscando «activamente» un nuevo empleo, según indica la secretaria de Inmigración de UGT, María Auxiliadora Jiménez.
Pero demostrar este periodo de trabajo con la actual crisis es casi una misión imposible. Las cifras del paro aumentan cada mes y la peor parte se la llevan los inmigrantes, muy vinculados en Málaga al sector de la construcción, a empleos de baja cualificación y contratos temporales. En la provincia, con 146.123 desempleados, más de 17.700 son inmigrantes (el 12%), según los datos del Ministerio de Trabajo. Málaga es la provincia andaluza con más inmigrantes en paro, mientras que en la comunidad el desempleo en los extranjeros aumentó un 74,8% en solo un año.
Retrasos en Extranjería
José Luis Rodríguez, abogado de Málaga Acoge, denuncia el retraso en la Oficina de Extranjería y asegura que hay expedientes con más de siete meses de demora. La Subdelegación del Gobierno, de la que depende la oficina, no se pronuncia sobre este retraso y presentan las cifras de 2008: de las 10.800 solicitudes de renovación, sólo se denegaron 367. Pero las ONG indican que estos datos no reflejan la situación actual. «Con el tiempo que tardan en resolver los casos, las cifras de 2008 responden a las solicitudes que se presentaron a finales de 2007, cuando la crisis no era tan cruda; pero las personas que podrían perder ahora su permiso de residencia son más», dice Rodríguez.
«La situación empieza a ser preocupante», señala María Auxiliadora Jiménez, de UGT, quien señala que los inmigrantes están volviendo al nivel de precariedad que tenían antes de la regularización de 2005. «Es un paso atrás en la lucha contra la inestabilidad porque estas personas están ahora dispuestas a aceptar cualquier cosa con tal de no perder el contrato; hay casos de trabajadores que llevan meses sin cobrar pero que no denuncian a la empresa por miedo a que les despidan», continúa. «Se dan de nuevo condiciones de desigualdad en los sueldos por parte de empresarios desaprensivos que no veíamos desde hace años», afirma Jiménez, quien indica que aún no hay cifras oficiales de cuántos inmigrantes regulares han vuelto a una situación clandestina, aunque miles podrían estar en situación de perder el permiso de residencia.
Retroceso
José Luis Rodríguez, de la ONG Málaga Acoge, asevera que la asociación atiende cada día decenas de consultas por las renovaciones. Málaga Acoge propone medidas extraordinarias para tiempos difíciles y pide que se flexibilicen los requisitos para la revisión. «Deben pedir tres meses de cotización y no seis como hasta ahora, además de eliminar los límites geográficos y de actividad que imponen a los inmigrantes; no sirve de nada encorsetar a estas personas en la construcción cuando está claro que en este sector no van a encontrar empleo», dice Rodríguez. Elena Muñoz, presidenta de Málaga Acoge indica que lo que está pasando supone tirar por la borda todo el esfuerzo que hizo el Estado en 2005.
Márquez, portavoz de CIM indica que la frustración de estas personas es enorme. «Ellos ya pasaron por esto antes de la regularización, y revivir el miedo a ser deportados al quedarse sin papeles es una verdadera pesadilla», dice. Lo que parece claro es que, a pesar de volver a la irregularidad, la mayoría de inmigrantes permanecerán en Málaga. «Después de todos estos años, ya tienen una vida aquí; volver significa empezar de nuevo y los países de origen también están atravesando la crisis, así que se quedarán, aunque estén sin papeles y en una situación precaria», añade.
Publicado en el diario SUR de Málaga
Autor: Amanda Salazar
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