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domingo, 1 de marzo de 2009

El radar detectó hasta en tres ocasiones la patera que naufragó en Lanzarote

El radar del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) sí funcionó. Pero nadie tuvo en cuenta los tres «ecos» que se recibieron en Lanzarote el 15 de febrero pasado, desde una hora antes de que la patera naufragase y perdieran la vida 25 de los 32 inmigrantes clandestinos que navegaban en ella. Al menos la mitad de ellos eran menores de edad. Varios, niños de entre 8 y 10 años.

Pese a que la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, afirmó, al personarse al día siguiente en la costa de Teguise donde se produjo la tragedia, que el SIVE no había detectado la patera, lo cierto es que en los informes internos de la Guardia Civil consta que este radar sí registró la presencia de la embarcación, pero que, por razones que aún se están dilucidando, no se activó el servicio necesario para tratar de evitar este tipo de tragedias.

A las 17.38 horas del domingo 15 de febrero, en la estación sensora del SIVE ubicada en la montaña de Haría, se registró la primera señal que alertaba de la presencia de una patera cerca de la costa. Los datos llegaban desde las proximidades de la playa de La Garita. Estas señales, conocidas como «ecos», son las que el radar genera al localizar en el mar cualquier tipo de embarcación.

En el intervalo de la siguiente media hora, y a pesar del oleaje reinante ese día en el mar -las altas olas fueron la excusa oficial de Darias para explicar el presunto fallo-, los sensores reflejan otros dos ecos de la misma nave. Una hora más tarde, y sin que se hubiera activado el protocolo de actuación en estos casos, la patera naufraga en la zona de Los Cocoteros, produciéndose la muerte de 25 de las 32 personas que viajaban en ella.

Desde el primer eco recogido hasta el vuelco de la patera transcurrió casi una hora. Ese lapso podría haber servido para que el final de la historia fuese otro. La pequeña embarcación recorrió unos diez kilómetros en esos 52 minutos que acabaron con un reguero de cadáveres a 20 metros de la orilla. Fue una patrulla de la Policía Local de Haría la que dio aviso, sobre las 18.30, a los servicios de emergencia, al observar la patera desde el litoral de Charco del Palo.

Según se especula, el patrón de la barquilla -superviviente y que ya ha sido detenido- también advirtió a los agentes y prosiguió su navegación en dirección sur para escapar de los agentes. Según el testimonio de los supervivientes, la patera siniestrada había utilizado una ruta no habitual, al partir la madrugada del 13 de febrero desde Tan Tan, en la costa de Marruecos.

Publicado en el diario ABC
Autor: Félix Díaz Hernández

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