Aunque lejos de romper con centenarias y arraigadas ataduras, la realidad de la mujer cubana contrasta hoy con la desesperanzadora situación de las féminas en varias partes del mundo. Datos oficiales señalan que el sector representa en Cuba el 46% de la fuerza activa del país, presente en todas las esferas de la vida nacional, gracias a la voluntad gubernamental de priorizar y brindar oportunidades con políticas, y acciones legislativas que aseguren su avance.
Yolanda Ferrer, presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), cuyo congreso se celebra en coincidencia con el 8 de marzo, llamó a impulsar aquí la eliminación de los lastres de desigualdad, la utilización de la mujer como objeto sexual y de propaganda u otras manifestaciones que dañan su imagen. La FMC, una de las más avanzadas organizaciones de su tipo en el mundo, agrupa a cuatro millones 215 mil integrantes y ha defendido a lo largo de medio siglo el derecho a la igualdad e independencia femeninas.
Sólo después del triunfo revolucionario en 1959, el homenaje al sector femenino de la sociedad cubana contó con un resuelto respaldo oficial que la condujo a alcanzar un lugar privilegiado del desarrollo político, económico y social. En Venezuela, la situación cambió hace un decenio y las féminas celebran este día con una mayor participación en la toma de decisiones y la construcción de una nueva sociedad. En toda la historia de la nación siempre fuimos relegadas; pero ahora somos protagonistas de este proceso de cambios, hoy hemos conquistado espacios que antes nos fueron vedados, señaló la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores.
Pero esa realidad es bien distinta en la mayoría del resto de los países del orbe, donde las féminas están muy lejos todavía de alcanzar sus sueños de igualdad. En Panamá, aunque este día llega acompañado de una mayor participación del sector en la vida nacional, siguen siendo víctimas de la violencia doméstica, que en lo que va de 2009 ha ocasionado la muerte a 18 de ellas. Esa situación es similar en México, donde la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal calificó al hogar como el lugar más riesgoso para las mexicanas, pues ahí se reproducen los mayores niveles de intimidación en su contra.
Por su parte, un estudio destaca que pese al logro en las últimas décadas de un creciente espacio en la vida del país, el 36% de las colombianas en edad laboral están desempleadas, muchas más que los hombres en tal situación. La actual coyuntura, caracterizada por una aguda crisis económica, afecta particularmente a la mujer latinoamericana, que sufre mucho más los efectos de la turbulencia de los mercados.
Según un informe dado a conocer en Ginebra, Suiza, la tasa de desempleo de las damas ascendió de seis a 6,3% de 2007 a 2008, y los pronósticos indican que puede llegar a 7,4% si no se controla la tendencia de la crisis a agudizarse. La vulnerabilidad de las féminas se manifiesta también en muchos otros aspectos. Más de medio millón de mujeres mueren cada año en el globo por complicaciones durante el embarazo o durante el parto. La prostitución y el tráfico femenino son desafíos globales y requieren legislaciones globales para afrontarlos.
Aunque algunas han logrado avanzar en la política, la intelectualidad y la farándula, por ejemplo, en los países de Asia del Sur, los índices socio-económicos de la mujer son muy inferiores al del mundo desarrollado. Estudios del programa regional del Fondo de la ONU para el Desarrollo, indican que una mujer es violada cada 35 minutos en la India, mientras la mortalidad infantil femenina es superior a la masculina de 25 a 50% al igual que en Bangladesh, Paquistán y Nepal.
Expertos advierten que las cosas no podrán cambiar a menos que se les otorguen mayores poderes y derechos, y aconsejan que la independencia socio-económica es una vía para obtenerlo, así como permitirles participar más ampliamente en la gobernabilidad. “No es que falte a la mujer capacidad alguna de las que posee el hombre, sino que su naturaleza fina y sensible le señala quehaceres más difíciles y superiores”, señaló el poeta y Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en el siglo XIX. Tan así es que más de 77.500 rusas prestan diversos servicios en las Fuerzas Armadas, con un incremento de su presencia en los últimos tres años, según notificó el Ministerio de Defensa de ese país.
En Cuba, el 8 de marzo de 1984, se creo el Primer Regimiento Femenino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), donde las damas demostraron cabalmente sus inagotables posibilidades como ser humano. Pero manifestaciones de discriminación, violencia y desigualdad persisten en el mundo pese a las voces que hoy se alzan en reclamo de más respeto al sector. El papa Benedicto XVI llamó a rezar para que las mujeres “sean cada vez más respetadas en su dignidad”, mientras Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, instó a implementar leyes contra el maltrato y a cambiar las costumbres discriminatorias practicadas durante siglos.
En Venezuela, donde las conquistas del sector caracterizan la última década, el presidente Hugo Chávez expresó que “sin la verdadera liberación de la mujer, sería imposible la liberación plena de los pueblos y soy un convencido de que un auténtico socialista debe ser también un auténtico feminista”. Frente a ello, está la convocatoria a la sociedad para un mayor respeto y tolerancia, con vistas a dejar a un lado acciones que atentan contra las mujeres. El 8 de marzo se rinde homenaje a un grupo de féminas que en 1857 exigieron la igualdad salarial y una jornada laboral más justa en una fábrica textil de Nueva York.
Publicado en la agencia Prensa Latina
No hay comentarios:
Publicar un comentario