Un niño de 9 años perdió la vida en un incendio en el campo de Djabal el 2 de marzo y siete refugiados resultaron heridos en los incendios, uno de ellos de gravedad. Las llamas destruyeron casas y la mayor parte de las existencias de comida, efectos personales y ganado de los refugiados. Los incendios, originados por fuegos al aire libre mal atendidos, fueron avivados por las fuertes rachas de viento, que los extendieron con rapidez.
Superpoblación
Los campos de Djabal y Goz Amer, situados respectivamente a unos 220 km y 250 km al sur de la capital del este de Chad, Abeche, están superpoblados. Djabal tiene casi 17.000 refugiados y Goz Amer acoge a más de 20.000 personas.
Pese a los repetidos incendios en los campos en 2007 y 2008, sus habitantes siguen siendo reacios a construir sus refugios con ladrillos de adobe más resistentes al fuego, y prefieren utilizar materiales tradicionales como ramas y paja, que arden con facilidad. ACNUR está tratando de recaudar 350.000 dólares adicionales para llevar a cabo una estrategia de construcción de refugios duraderos en 2009, que supondrá equipar las casas de más de 1.660 familias vulnerables con materiales resistentes para tejados que sean menos propensos a incendiarse.
Un total de 250.000 refugiados sudaneses de la región de Darfur viven en 12 campos de refugiados gestionados por ACNUR en el este de Chad, y hay otros 60.000 refugiados de la República Centroafricana en cinco campos asistidos por ACNUR en el sur del país.
Foto: AFP
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