Cuando los inmigrantes llegan a España se enfrentan a lo que se denomina duelo migratorio. Esta acepción alude a su pérdida emocional y de identidad cultural. Sufren problemas para adaptarse a las nuevas costumbres, cultura e idioma del país de destino y este choque psicológico es un factor de riesgo importante a la hora de padecer enfermedades psiquiátricas. Los especialistas en este campo sanitario mantienen que los extranjeros “sufren más trastornos de salud mental que la población general”, cuyo porcentaje se sitúa en el 22,5%, aunque todavía no existen estudios científicos concretos que avalen la prevalencia de sus enfermedades mentales.
“Esto se debe a que un importante número de inmigrantes con patologías mentales no acude a los servicios médicos”, explica el doctor Miguel Ángel Jiménez-Arriero, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Doce de Octubre de Madrid. Algo que también suscribe el doctor Tomás Palomo, jefe del Servicio de Psiquiatría del mismo centro sanitario. La población foránea, dice Jiménez-Arriero, “suele recurrir más a circuitos propios o a recursos alternativos de paramedicina y acuden bastante menos que los autóctonos a las consultas médicas”. Se explica por varias razones, como el desconocimiento de los tratamientos y recursos existentes, porque son reticentes a plantear sus dolencias ante los facultativos o debido a problemas culturales o idiomáticos.
“Un mínimo porcentaje de este colectivo tiene atención médica”, subraya el doctor. Si acaso, acude a urgencias un sector de los inmigrantes que se encuentra en una ‘situación límite’ por sufrir un grave trastorno mental, pero es raro que vayan a los ambulatorios o que sean receptivos a ser ingresados en hospitales. Indica este experto que sus enfermedades mentales más frecuentes son las derivadas de las “reacciones de adaptación de estrés”, en muchas ocasiones provocadas por el sufrimiento que han padecido. Sus cuadros psiquiátricos más comunes son la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático, y se ceban con los inmigrantes que peor se adaptan a su nueva vida.
El trastorno de estrés postraumático, subraya el experto, está íntimamente relacionado con “la situación traumática de su desplazamiento: Si ha visto fallecer a compañeros durante el viaje, su dura experiencia en la patera o el cayuco, o si han sido vejados por las mafias que les utilizan. Los más vulnerables pueden padecer brotes psicóticos, como la paranoia, y esquizofrénicos”.
Medidas ante la multidiversidad
Los inmigrantes que viven en sus barrios rodeados por compatriotas “se adaptan mucho mejor y son menos propensos a padecer problemas mentales”, ya que se sienten más integrados y protegidos por un entorno más cercano “que conoce su cultura y costumbres”. En el caso de los niños y adolescentes, nacidos en España o en el extranjero, el aspecto mencionado juega también un papel fundamental, así como si llevan más tiempo en nuestro país, algo que facilita su adaptación.
En cualquier caso, Jiménez-Arriero subraya que el porcentaje de patologías mentales que sufren los menores no alcanza cotas tan preocupantes como entre los inmigrantes con mayoría de edad. El principal problema médico estriba en realizar un ‘seguimiento’ eficaz de los inmigrantes con enfermedades psiquiátricas. “La atención que reciben es insuficiente”, recalca el doctor Manuel Gómez Beneyto, presidente de la Comisión Nacional de Psiquiatría. A su juicio, es necesario que la Administración sanitaria “adopte medidas eficaces para atender la multidiversidad”. Por ejemplo, que existan médicos “con formación en multidiversidad”, disponer de traductores y activar medidas de información específicas dirigidas al colectivo de inmigrantes, como la difusión de folletos en varios idiomas o bien ofreciendo más datos sobre la atención médica psiquiátrica en las consultas de atención primaria.
El doctor Alberto Fernández Liria, presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, coincide en que hay que romper las barreras que encuentran los inmigrantes en el sistema sanitario. “El caso del idioma está resuelto de manera espantosa”, arguye. Además, “las barreras culturales afectan a la capacidad para entender los problemas que el paciente inmigrante plantea al médico y a la confianza mutua que debe existir entre facultativo y paciente”.
Predisposiciones diversas
Los especialistas subrayan que los inmigrantes no constituyen un grupo de población homogéneo, por lo que su predisposición a sufrir patologías mentales se deriva de causas muy diversas: país de origen, razón por la que emigraron, condiciones de acogida en el país anfitrión, recursos socioeconómicos y bagaje psicológico. Además, hay que diferenciar al colectivo que se desplaza por razones económicas y a los refugiados forzados a abandonar su país, generalmente por motivos políticos o religiosos
Fuente: Colpisa
Autor: Rafael Herrero
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