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sábado, 11 de abril de 2009

España denegó el asilo a 2 inmigrantes albinos que llegaron antes que Moszy, el joven que arribó en cayuco a Tenerife

El caso de Moszy, el inmigrante africano albino que llegó en cayuco a Tenerife el 30 de marzo, ha sido portada de muchos medios de comunicación en los últimos días. Su supuesta historia de persecución por su falta de pigmentación en la piel, llevaron a este joven de Benin a solicitar el asilo en nuestro país, una demanda que en tiempo récord fue admitida a trámite por la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior.Su atroz relato sobre las prácticas que en su país y otras partes de África se llevan a cabo hacia este colectivo, debería bastar para que le fuese concedido el estatuto de refugiado.

Los antecedentes, sin embargo, dictan lo contrario. De hecho, según explican a este periódico fuentes de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en los últimos cinco años hay constancia de dos casos similares al de Moszy en nuestro país, y en ambos las solicitudes fueron denegadas. Paradójicamente, uno de estos dos casos es el de un ciudadano de Tanzania que llegó en cayuco al Archipiélago hace algo más de dos años, y que en la actualidad reside en un centro de acogida que CEAR tiene en Valencia. Tras serle admitida a trámite su petición de asilo, le fue denegado el estatuto de refugiado, aunque el fallo de la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio (CIAR) fue recurrido. Su abogado, Javier Ramírez, lleva años trabajando en casos de asilo y refugio para la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

Según explica a DIARIO DE AVISOS, "la persecución a la población albina en África es fruto de un rechazo y una brutal estigmatización social". En la mayor parte de los casos, a los albinos se les considera personas diferentes y, por ello, son utilizadas para distintos fines", agrega Ramírez, quien deja claro que "no se trata solo de unas prácticas realizadas por cuatro brujos, sino una estigmatización social pública por parte de particulares y autoridades, lo que hace que los albinos estén condenados a vivir en un régimen total de oscuridad y exclusión". El abogado de CEAR reconoce que "en países como Tanzania han llegado a producirse matanzas indiscriminadas de albinos, y se llega a un nivel tal de rechazo hacia ellos que, sin duda, se puede hablar de persecución".

Pese a todo, Javier Ramírez incide que la condición de albino de un irregular no le asegura el refugio, "porque, por definición, la concesión del asilo es muy difícil para cualquier colectivo". Y es que los casos de albos que son perseguidos en sus países de origen, aunque puedan ser similares, "no son nunca comparables", subraya el jurista de CEAR. Según Ramírez, sus demandas de refugio "exigen mucho trabajo" por parte del abogado, tanto a nivel administrativo, ante la Oficina de Asilo, como a nivel judicial, ya que hay que intentar establecer que esa persona ha sufrido persecución y que además forma parte de un grupo social determinado que está siendo perseguido, como establece la Convención de Ginebra para los asilados.

"En todas las peticiones de asilo, el relato de la persona debe ser coherente, creíble y, además, esa coherencia tiene que estar relacionada con una coherencia externa; es decir, que la información que se encuentre sobre la situación del país o comunidad de procedencia, sea coherente con lo que cuenta el solicitante", arguye el letrado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, quien reitera que "cada caso exige un estudio exhaustivo de la realidad del país de origen, para demostrar que no solo su comunidad le persigue, sino también las autoridades". En el caso de Moszy, al que el pasado miércoles admitieron a trámite su demanda de asilo, Javier Ramírez asegura que ahora será el Ministerio de Trabajo e Inmigración quien decida su próximo destino, que puede ser un recurso propio o en algún centro de acogida de las Islas gestionado por CEAR. "Tendrá derecho a realizar cursos de formación y, cuando lleve seis meses en España, tendrá derecho a trabajar".

Transcurrido ese plazo recibirá la tarjeta amarilla, de estancia o residencia, que es temporal. "Su caso se estudiará con detenimiento, en un proceso que puede durar meses o años", relata el abogado de CEAR. Hasta entonces, su orden de expulsión queda suspendida, aunque si tuviera una respuesta negativa a su demanda, volvería a tener vigor. En este sentido, Javier Ramírez afirma que "a veces hay solicitantes que piensan más en el presente, en los problemas que tienen en el día a día, que en su petición. Porque un caso de asilo exige un trabajo constante del abogado y el propio solicitante, en el sentido de desarrollar de manera extensa y argumentada las alegaciones, etc". "En ocasiones, la persona se desespera y lo más probable es que se le termine denegando el asilo, con lo que pasará de nuevo a una situación irregular. La única opción que le queda es pedir el permiso por arraigo, siempre que lleve tres años de estancia en España", concluye el abogado de CEAR.

Una alteración genética más habitual en África
En Europa el albinismo es una alteración genética que afecta a una de cada 20.000 personas. Sin embargo, en África uno de cada 4.000 niños nacen albinos. Según explica Julio Martín, presidente de la Fundación Sur -una ONG que trabaja junto a Cáritas y Manos Unidas en el continente negro-, en algunas zonas de África hay personas que tienen miedo a tocar a los albinos, porque temen convertirse en uno de ellos". Aun así, el problema de los albinos va más allá del estigma social. La mayoría tiene muchas posibilidades de padecer un cáncer de piel, y su integración en la sociedad es muy complicada. "Para algunos son seres mágicos, sinónimo de riqueza y fortuna, pero para otros son personas diabólicas", subraya Julio Martín, quien reconoce que "tener un hijo albino en África puede ser una auténtica desgracia, ya que necesitan cuidados constantes, lo que hace que muchas familias se deshagan de ellos". Según cifras oficiales, el pasado año 40 albinos fueron asesinados en Tanzania, donde por una pierna de estas personas se pueden llegar a pagar 2.000 dólares. Se usan para hacer muti, pociones que supuestamente hacen ricos a quienes las beben.

Foto: África Directo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que estás interesado en este tema. Yo también. Conocí a un niño albino en Senegal y quiero ayudarle. Pero desde España se hace bastante dificil. Me gustaría ofrecerle acogida en mi casa para que pudiera tener oportunidad de vivir sin quemaduras en la piel. Aqui hay cremas solares, ropa, y gafas, pero allí no.
¿Tú conoces la manera de poder traerlo?

José Luis Cámara Pineda dijo...

La única forma que se me ocurre es solicitar la adopción internacional a través de los organismos autorizados, o bien ponerte en contacto con CEAR para que ellos te puedan asesorar.