"No puedo dejar que un niño esté sin comer hasta las seis de la
tarde". Son las palabras del director de un colegio público de la
capital malagueña que paga de su propio bolsillo los menús de tres
alumnos, hijos de inmigrantes, los días que sus padres no pueden ir a
recogerlos a mediodía. Hasta este curso se les había bonificado el
comedor en su totalidad, pero este año se les ha denegado la subvención
porque algún miembro de la unidad familiar no dispone de NIE "porque están a expensas de un trabajo que no consiguen", y no pueden pagar el coste de este servicio.
Aunque en el centro escolar, que cuenta con cocina propia, les han informado sobre la posibilidad de presentar una reclamación, el propio responsable del colegio no confía en que la administración les conceda la bonificación. "No es de recibo dejar a un niño desvalido", se lamenta este director, que cuenta que decidió no secundar la huelga general del 14N y destinar el sueldo de ese día de trabajo a ayudar a los pequeños. "Y eso que nos han pegado un buen tijeretazo en el salario este año", afirma.
No es el único caso en el que la solidaridad del personal de un colegio evita que niños se queden sin comer. En otro centro público con gestión propia del servicio de comedor un grupo de maestros y el director han creado un fondo común para pagarle los menús a seis hijos de extranjeros de nacionalidad marroquí y nigeriana que no han podido acceder este año a la bonificación. "Cuando salen del colegio no vuelven a comer caliente hasta el día siguiente", explica el responsable del centro de Infantil y Primaria, que afirma que estas familias "no tienen medios para pagar los 4,5 euros que cuesta el comedor cada día". "Entiendo que hay que cumplir unas normas, pero podían tener más miramientos", critica.
Publicado en el diario Sur (Málaga)
Autor: M. A. González
Aunque en el centro escolar, que cuenta con cocina propia, les han informado sobre la posibilidad de presentar una reclamación, el propio responsable del colegio no confía en que la administración les conceda la bonificación. "No es de recibo dejar a un niño desvalido", se lamenta este director, que cuenta que decidió no secundar la huelga general del 14N y destinar el sueldo de ese día de trabajo a ayudar a los pequeños. "Y eso que nos han pegado un buen tijeretazo en el salario este año", afirma.
No es el único caso en el que la solidaridad del personal de un colegio evita que niños se queden sin comer. En otro centro público con gestión propia del servicio de comedor un grupo de maestros y el director han creado un fondo común para pagarle los menús a seis hijos de extranjeros de nacionalidad marroquí y nigeriana que no han podido acceder este año a la bonificación. "Cuando salen del colegio no vuelven a comer caliente hasta el día siguiente", explica el responsable del centro de Infantil y Primaria, que afirma que estas familias "no tienen medios para pagar los 4,5 euros que cuesta el comedor cada día". "Entiendo que hay que cumplir unas normas, pero podían tener más miramientos", critica.
Publicado en el diario Sur (Málaga)
Autor: M. A. González
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