Actualmente, cada año mueren 3,5 millones de recién nacidos y 500.000 madres durante el embarazo, parto o posparto en los países en desarrollo. El estudio calcula que la inversión de unos 24.600 millones de dólares, más de 16.000 millones de euros, podría evitar la muerte de cerca de 400.000 mujeres y de 1,5 millones de bebés. Asimismo, subraya la importancia de asignar los recursos simultáneamente a la planificación y a la atención a la madre y al recién nacido. En ese caso, los embarazos no deseados se bajarían en más de dos tercios, los abortos inseguros y sus complicaciones en un 75% y habría otros beneficios, como la reducción de la pobreza y un aumento del desarrollo económico en países pobres.
En la actualidad, el mundo gasta aproximadamente 12 millones de dólares al año, unos 8 millones de euros, en planificación familiar y programas de salud materna en países en desarrollo, cantidad que aportan en su mayoría estas naciones y las familias. Sin embargo, el estudio muestra que 215 millones de mujeres que descartan ser madres no están utilizando un método anticonceptivo efectivo y sólo la mitad de los 123 millones de mujeres que dan a luz cada año reciben la atención prenatal que necesitan.
Fuente: Servimedia
Foto: AP
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