Decenas de subsharianos pasan desde ayer las noches en blanco. El agua nieve les impide dormir porque no es fácil coger el sueño cuando se pernocta en diciembre a la intemperie. Cáritas Diocesana denuncia que, en los municipios jiennenses de La Puerta y Puente de Génave, en torno a medio centenar de inmigrantes padece sin vivienda donde guarecerse el descenso de temperaturas.
Lo peor, señala el delegado provincial de Cáritas, Juan Carlos Escobedo, es que varios de los temporeros sin cobijo recolectan aceituna en la campaña. Tienen tajo, pero no techo, lo que habla, según expone, de la insolidaridad de algunos agricultores y de la falta de infraestructura pública para acoger a los trabajadores que se desplazan hasta estos municipios enclavados en la zona de la Sierra de Segura. La situación revela las carencias del dispositivo ahormado por la Junta de Andalucía con una veintena de ayuntamientos para acoger a los temporeros.
Las administraciones se jactan de que ninguna provincia cuenta con una red de albergues tan elevada para acoger a los inmigrantes, pero lo cierto es que la solidaridad caduca a los tres días, plazo máximo de estancia autorizado para un jornalero. De ahí que, según el representante de Cáritas, no constituya una incongruencia la existencia simultánea de albergues con plazas vacías y de temporeros en la calle. Escobedo también reprocha a las administraciones que no habiliten centros de días para los temporeros. Del albergue de Jaén los inmigrantes son desalojados por las buenas a las ocho de la mañana.
Vuelven a las 13.30 para comer y una hora después salen de nuevo hasta la hora del descanso nocturno. Al delegado de Cáritas no le parece bien que, con las bajas temperaturas, centenares de inmigrantes combatan el frío en los soportales o con fogatas mientras permanece vacía la caseta municipal y con escasa actividad el pabellón cubierto del polideportivo de La Salobreja, adyacentes ambos edificios al albergue municipal. El delegado de Cáritas aclara que la organización que preside no tiene posibilidad de proporcionarles un lugar para resguardarse del frío durante el día porque las 126 camas que ha instalado para otros tantos inmigrantes en el convento de Santa Clara ocupan prácticamente todo el espacio del que dispone.
Publicado en el diario ABC
Autor: Javier López
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