Abandonan su aldea siendo niños, con el peso de la deuda contraída por sus padres para pagar su viaje y la promesa de enviar dinero a casa. Una vez aquí, descubren que en España, la educación es obligatoria. Como devolver a un chaval a los padres que le han enviado a jugarse la vida en un cayuco resulta difícil, la mayoría se queda -de los 995 expedientes de repatriación de menores del año pasado se llevaron a cabo diez y sólo uno de ellos era subsahariano-. Las comunidades autónomas se convierten en sus tutoras. La administración invierte mucho dinero en acogerles y formarles. Pero cuando cumplen los 18 muchos se convierten en inmigrantes irregulares camino de un expediente de expulsión. ¿La causa? Que las Administraciones incumplen e interpretan de manera arbitraria la ley que les obliga a documentarles mientras son menores. Cumplen 18 sin haber tenido papeles.
http://www.elpais.com/articulo/espana/Ilegales/cumplir/elpepuesp/20091216elpepinac_11/Tes
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