Los hechos, sin exageraciones de esas que se emplean solo para llamar
la atención, son así. El Ayuntamiento de Badalona amenaza con cursar
una orden de busca y captura contra un niño de 3 años si en el plazo de
15 días (la cuenta atrás comenzó el pasado 31 de mayo, cuando recibió la
notificación en el buzón de sus padres) no renueva su inscripción en el
padrón municipal. Solo así, lo sucedido ya llama la atención. El niño
nació en agosto del 2002 en Sysert-Ekaterinburgo (Rusia). El
ayuntamiento le considera, pues, parte de la «población extranjera no
comunitaria sin autorización de residencia permanente». La guinda, que
en casos como este, cuando la hay, envilece aún más la acción, es que el
niño tiene en realidad nacionalidad española.
Cómo el Ayuntamiento de Badalona ha llegado a este disparate requiere
antes una recapitulación, un salto atrás en el tiempo.
En el 2010, una pareja de Badalona consiguió llevar a puerto seguro un
proceso de adopción en Rusia, lo cual no es fácil, según atestiguan
muchas parejas que han elegido ese país para poder tener descendencia.
El nombre del niño prefieren no darlo a conocer. Tampoco el suyo, puesto
que su situación laboral es inestable ahora y prefieren no dañarla con
la denuncia en público de lo que les ha sucedido.
El niño entró en España con pasaporte ruso. De las distintas fórmulas con las se puede completar un proceso de adopción, esa es una. Un juez en España validó el proceso en su totalidad el 12 de agosto del 2010. Desde ese día, el pequeño es español. Hasta esa fecha, los padres no lograron tramitar con éxito ningún documento. No le inscribieron en el padrón municipal hasta pasada esa fecha de agosto del 2010 y tampoco obtuvieron la tarjeta sanitaria hasta que dispusieron de un libro de familia en el que el niño figuraba ya con sus apellidos españoles. Entonces, a la pareja eso les pareció injusto y molesto. Al sinvivir que ya fue el proceso de adopción en Rusia se sumaba una Administración española no siempre bien engrasada. Ahora, vista la sucesión de acontecimientos, es un dato a tener en cuenta el hecho de que el niño jamás fuera inscrito en el padrón antes de que la adopción fuera plena, pues así se puede descartar que el Ayuntamiento de Badalona haya enviado la notificación, por una confusión entre expedientes y por decirlo de un modo algo forzado, a un niño que ya no es el mismo.
El pasado 31 de mayo es la fecha que no olvidarán los padres de la criatura. En el buzón estaba la notificación. Al niño se le ordenaba ir a renovar su inscripción. «En caso de que no realice la citada renovación, este ayuntamiento procederá a acordar la baja por caducidad de su inscripción». Así concluía su aviso el jefe del departamento de Estadística y Población, después de recordarle en los primeros párrafos cuáles eran sus obligaciones como extranjero no residente. Aquello, con todo, eran palabras suaves para lo que, según la madre, después sucedió. Llamó por teléfono a ese departamento para explicar que, como era evidente, se trataba de un error, pero la respuesta al otro lado de la línea la dejó atónita. «No atendió a razones. Se limitó a subrayarme que si en 15 días no pasaba por las dependencia municipales con la documentación requerida en la carta, mi hijo pasaría a situación de busca y captura».
El concejal de ICV-EUiA en Badalona Àlex Mañas, que tras tener conocimiento del caso ya ha tramitado formalmente una pregunta al alcalde de la ciudad, Xavier Garcia Albiol, señala que sería una equivocación pensar que esto es solo un caso anecdótico, un lapsus intrascendente. «Esto es la punta del iceberg de lo que ha sucedido en Badalona durante el último año. Aquí se persigue a los extranjeros, se vulneran derechos un día sí y otro también, de forma arbitraria se deniega un permiso para organizar un acto en la calle según quién lo solicite…» Mañas no sabe aún qué ha sucedido en concreto en el caso del niño. Está a la espera de la respuesta del alcalde, pero intuye que, sencillamente, todo se reduce, que no es poco, a que se envía esa notificación de forma indiscriminada a todas aquellas personas que han nacido en el extranjero. El alcalde no ha respondido aún a Mañas, pero hoy pronuncia una conferencia para analizar su primer año de mandato. Podría hacerlo allí.
Publicado en el diario El Periódico de Cataluña
El niño entró en España con pasaporte ruso. De las distintas fórmulas con las se puede completar un proceso de adopción, esa es una. Un juez en España validó el proceso en su totalidad el 12 de agosto del 2010. Desde ese día, el pequeño es español. Hasta esa fecha, los padres no lograron tramitar con éxito ningún documento. No le inscribieron en el padrón municipal hasta pasada esa fecha de agosto del 2010 y tampoco obtuvieron la tarjeta sanitaria hasta que dispusieron de un libro de familia en el que el niño figuraba ya con sus apellidos españoles. Entonces, a la pareja eso les pareció injusto y molesto. Al sinvivir que ya fue el proceso de adopción en Rusia se sumaba una Administración española no siempre bien engrasada. Ahora, vista la sucesión de acontecimientos, es un dato a tener en cuenta el hecho de que el niño jamás fuera inscrito en el padrón antes de que la adopción fuera plena, pues así se puede descartar que el Ayuntamiento de Badalona haya enviado la notificación, por una confusión entre expedientes y por decirlo de un modo algo forzado, a un niño que ya no es el mismo.
El pasado 31 de mayo es la fecha que no olvidarán los padres de la criatura. En el buzón estaba la notificación. Al niño se le ordenaba ir a renovar su inscripción. «En caso de que no realice la citada renovación, este ayuntamiento procederá a acordar la baja por caducidad de su inscripción». Así concluía su aviso el jefe del departamento de Estadística y Población, después de recordarle en los primeros párrafos cuáles eran sus obligaciones como extranjero no residente. Aquello, con todo, eran palabras suaves para lo que, según la madre, después sucedió. Llamó por teléfono a ese departamento para explicar que, como era evidente, se trataba de un error, pero la respuesta al otro lado de la línea la dejó atónita. «No atendió a razones. Se limitó a subrayarme que si en 15 días no pasaba por las dependencia municipales con la documentación requerida en la carta, mi hijo pasaría a situación de busca y captura».
El concejal de ICV-EUiA en Badalona Àlex Mañas, que tras tener conocimiento del caso ya ha tramitado formalmente una pregunta al alcalde de la ciudad, Xavier Garcia Albiol, señala que sería una equivocación pensar que esto es solo un caso anecdótico, un lapsus intrascendente. «Esto es la punta del iceberg de lo que ha sucedido en Badalona durante el último año. Aquí se persigue a los extranjeros, se vulneran derechos un día sí y otro también, de forma arbitraria se deniega un permiso para organizar un acto en la calle según quién lo solicite…» Mañas no sabe aún qué ha sucedido en concreto en el caso del niño. Está a la espera de la respuesta del alcalde, pero intuye que, sencillamente, todo se reduce, que no es poco, a que se envía esa notificación de forma indiscriminada a todas aquellas personas que han nacido en el extranjero. El alcalde no ha respondido aún a Mañas, pero hoy pronuncia una conferencia para analizar su primer año de mandato. Podría hacerlo allí.
Publicado en el diario El Periódico de Cataluña
No hay comentarios:
Publicar un comentario