Las naciones pobres que fueron golpeadas el año pasado por los precios de los alimentos necesitan ayuda internacional para aumentar la producción agrícola, dado que las condiciones están maduras para otra crisis alimentaria, dijo el jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y los Alimentos (FAO). En una entrevista antes de una cumbre sobre seguridad alimentaria la semana próxima en Roma, el director general de la FAO, Jacques Diouf, dijo que se requiere más ayuda para reducir el creciente número de gente hambrienta en el mundo, que superó los 1.000 millones por primera vez este año.
"Hay una falta de prioridad para luchar contra el hambre y la pobreza al mayor nivel político, no sólo en países desarrollados sino en países en desarrollo", dijo Diouf este lunes. "Los fundamentos que llevaron a la crisis en 2007-2008 están casi todos aún allí, salvo los precios del petróleo", agregó y citó impactos climáticos como sequías en Africa, fuerte crecimiento de la población en los países en desarrollo y uso de biocombustibles.
Los precios de alimentos esenciales como los cereales se duplicaron en muchas partes del mundo en el 2007-2008, produciendo protestas y disturbios. Las naciones ricas respondieron elevando la producción en 13%, pero los países en desarrollo sólo pudieron aumentarla un 2,7%, dijo Diouf. Salvo China, India y Brasil, el aumento de producción fue un anémico 0,7%.
"No sorprende que en esos países los precios han permanecido muy altos", dijo Diouf, y destacó que los costos de alimentos habían bajado poco desde sus máximos del año pasado en muchas naciones en desarrollo. Las naciones ricas debieron elevar la parte de ayuda destinada a la agricultura al 17% desde el 5% en la actualidad, para brindar a agricultores de naciones pobres irrigación, fertilizantes, semillas resistentes a enfermedades, depósitos para sus cosechas y caminos para llevarlos al mercado, dijo Diouf. "Ahora estamos en la situación paradójica en que en los países desarrollados 2 al 4% de la población alimenta a toda la población, mientras que en los países en desarrollo 60 al 80%o de la población no puede hacerlo", dijo Diouf.
La cumbre del 16 al 18 de noviembre en Roma discutirá formas de reducir la creciente hambre mundial no sólo aumentando la financiación, sino también mejorando la coordinación entre Gobiernos, agencias multilaterales y organizaciones no-gubernamentales.
Fuente: Reuters
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