"El sufrimiento no tiene color. Tampoco la esperanza". Efstratios Dimu,
un cura gigantón de larga barba, bastas manos y corazón enorme, explica
la dura situación a la que se enfrentan los refugiados e inmigrantes
que, cada vez con mayor frecuencia, arriesgan su vida para cruzar
ilegalmente los escasos 15 kilómetros de mar que separan Turquía de la isla griega de Lesbos. De repente, su hijo, entra en el café e interrumpe la conversación: "Han encontrado tres cuerpos en una playa del sur".
En la morgue de Mitilene, la capital de la isla, esperan cinco sirios con los ojos enrojecidos. Uno de ellos, Diya, reside legalmente en Alemania; los otros cuatro son amigos y trabajan desde hace más de una década en Atenas. Buscan a nueve familiares que escaparon de la guerra en Alepo y, tras pagar 1.000 euros por cabeza a un traficante, partieron de la costa turca la noche del pasado 6 de marzo en una lancha a motor. Las pateras tratan de cruzar el mar Egeo desde la costa de Turquía cargados de familias enteras. Las islas griegas reciben con frecuencia cadáveres de sirios que buscan huir de la guerra.
Publicado en El Periódico de Catalunya
Autor: Andrés Mourenza
Foto: Efe
En la morgue de Mitilene, la capital de la isla, esperan cinco sirios con los ojos enrojecidos. Uno de ellos, Diya, reside legalmente en Alemania; los otros cuatro son amigos y trabajan desde hace más de una década en Atenas. Buscan a nueve familiares que escaparon de la guerra en Alepo y, tras pagar 1.000 euros por cabeza a un traficante, partieron de la costa turca la noche del pasado 6 de marzo en una lancha a motor. Las pateras tratan de cruzar el mar Egeo desde la costa de Turquía cargados de familias enteras. Las islas griegas reciben con frecuencia cadáveres de sirios que buscan huir de la guerra.
Publicado en El Periódico de Catalunya
Autor: Andrés Mourenza
Foto: Efe
No hay comentarios:
Publicar un comentario