La creciente inseguridad en la ciudad de Leer y en todo el estado de Unidad, en Sudán del Sur, ha forzado a miles de personas, entre las cuales hay 240 trabajadores sursudaneses de Médicos Sin Fronteras (MSF), a huir precipitadamente hacia al bosque. Un equipo de 30 trabajadores de MSF se ha llevado consigo a varias decenas de pacientes graves con el fin de tratar de proteger su seguridad. Aquellos que estaban en condiciones de huir por su propia cuenta se han ido también, dejando el hospital completamente vacío.
"Pese a la duras circunstancias, nuestro personal sursudanés ha seguido trabajando en el hospital de Leer hasta el último momento", cuenta Raphael Gorgeu, coordinador general de MSF. “Sin embargo, en los tres últimos días, la situación se ha deteriorado hasta tal punto que nos hemos visto obligados a huir con el resto de la población y a llevarnos a los pacientes al bosque, donde seguimos proporcionándoles asistencia médica en la medida de nuestras posibilidades". Doce trabajadores no locales de MSF se vieron obligados a evacuar Leer el pasado 21 de enero, cuando la situación empezó a complicarse. A pesar de que más de la mitad de la población de la ciudad había huido, muchos de los trabajadores locales de MSF decidieron quedarse en Leer y continuar proporcionando cuidados médicos de urgencia en el hospital hasta que no les quedara más remedio que huir también.
"Pese a la duras circunstancias, nuestro personal sursudanés ha seguido trabajando en el hospital de Leer hasta el último momento", cuenta Raphael Gorgeu, coordinador general de MSF. “Sin embargo, en los tres últimos días, la situación se ha deteriorado hasta tal punto que nos hemos visto obligados a huir con el resto de la población y a llevarnos a los pacientes al bosque, donde seguimos proporcionándoles asistencia médica en la medida de nuestras posibilidades". Doce trabajadores no locales de MSF se vieron obligados a evacuar Leer el pasado 21 de enero, cuando la situación empezó a complicarse. A pesar de que más de la mitad de la población de la ciudad había huido, muchos de los trabajadores locales de MSF decidieron quedarse en Leer y continuar proporcionando cuidados médicos de urgencia en el hospital hasta que no les quedara más remedio que huir también.