El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha concretado este lunes las medidas contra la delincuencia y la inmigración irregular que anunció el pasado julio, incluida una reforma de la ley de inmigración para facilitar las expulsiones de los inmigrantes ilegales. Bajo las nuevas medidas, se establece la posibilidad de retirar la nacionalidad francesa a las personas de origen inmigrante que atenten contra la vida de policías y gendarmes. Sin embargo, finalmente la poligamia no será motivo para retirar la nacionalidad, como había propuesto Sarkozy.
Así lo precisó el Elíseo en un comunicado después de una reunión entre Sarkozy; el primer ministro, François Fillon, y el ministro de Inmigración, Brice Hortefeux, sobre las cuestiones de seguridad e inmigración. Según la nota, Sarkozy "reafirmó su voluntad de aplicar todas las decisiones que anunció el 30 de julio en Grenoble" y, en particular, subrayó su determinación de ver aprobadas "cuanto antes" las medidas concretadas.
En el discurso que pronunció en Grenoble, después de que esa ciudad fuera escenario de unos disturbios a raíz la muerte de un presunto atracador por disparos de la Policía, en los que estuvieron implicados gitanos, Sarkozy anunció también los planes de eliminar todos los campamentos de gitanos ilegales y expulsar a sus residentes en el plazo de tres meses.
Publicado en el diario El País
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