Vicky nació en una pequeña aldea del sur de Brasil, le ofrecieron un contrato para trabajar en un hotel de Córdoba a cambio de 100 euros diarios y sería libre para decidir regresar a casa cuando quisiera. Le prometieron organizárselo todo: pasaporte, visas y hasta el contrato de empleo. Cuando llegó a la capital andaluza la realidad fue muy distinta: le quitaron su pasaporte y sólo podrá recuperarlo una vez pague su deuda. El trabajo en el hotel se había esfumado.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/23/andalucia/1285249698.html
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