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domingo, 26 de septiembre de 2010

El Teléfono de la Esperanza recibe un 15% más de llamadas por la crisis

La palabra "incomunicación" parace obsoleta en una ciudad como Sevilla, donde "Internet", "redes sociales", "móvil" o "correo electrónico" están a la orden del día. Sin embargo, desde que se inició la crisis, la ONG 'Teléfono de la Esperanza' en Sevilla ha aumentado un 15 por ciento el número de llamadas recibidas. En lo que va de año ya han acudido a ellos más de 5.000 sevillanos. "Los problemas más comunes son la soledad y la incomunicación, una paradoja de la sociedad de la información", explica el presidente de la organización en Sevilla, Miguel Ángel Terreno.

Sentirse deprimido o tener crisis de ansiedad son problemas en aumento. "Vivimos acompañados por muchas personas, pero realmente no nos comunicamos o lo hacemos mal porque no estamos satisfechos, y por eso acuden a nosotros", asegura Terreno. Otros bloque de llamantes son los que tienen problemas relacionales, que pueden ser con parejas, hijos, o en el trabajo. Sin embargo, no sólo han cambiado los problemas, también el perfil del llamante. La franja de edad se sitúa entre los 30 y los 50 años, y en su inmensa mayoría se trata de mujeres, aunque el sector masculino ya ocupa una cuarta parte del número de llamadas recibidas.

El Teléfono de la Esperanza es una organización no gubernamental a la que cualquier persona puede llamar con el fin de aprender a solventar los problemas por uno mismo. "Aquí no damos créditos ni solucionamos los problemas de los llamantes", explica la coordinadora del centro, Celia Castro, "procuramos dar alternativas para que la persona se convezca de que ella misma tiene la capacidad de afrontarlo", sentencia. Sin embargo, existe un colectivo de personas a quienes denominan "llamantes crónicos". Se trata de personas que llaman al centro con "excesiva frecuencia" y actuan con cierta "dependencia", explica el presidente. "Esto ocurre cuando la llamada no ha tenido el efecto que debería", asegura. "El orientador debe remover los cimientos de la persona, hacerla sentir bien pero dándole a entender que debe actuar y afrontar el problema".

Por otro lado, desde el centro insisten en que "el Teléfono de la Esperanza no debe ser el último recurso al que acude una persona con dificultades, sino una primera opción". A la organización acude un porcentaje elevado de personas "en extremo o, incluso, con intención de suicidio", aseguran. Por ello, la organización ha decidido especializarse en la prevención como objetivo prioritario. Esta iniciativa consiste en ayudar a fortalecer la salud emocional de las personas para hacer frente a los problemas con mayor facilidad.

Publicado en el diario El Mundo
Autor: Alba Sarriá

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