Dos inmigrantes de origen subsahariano han sido interceptados a primera hora de este lunes en la playa de Melilla. Pretendían acceder a nado desde el cercano puerto marroquí de Beni-Enzar a la ciudad española, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
Los inmigrantes, que sólo portaban ropas de baño y unas garrafas atadas al cuerpo en forma de flotadores, iban indocumentados. Tuvieron que ser auxiliados por efectivos del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil "por razones humanitarias", cuando recorrieron los 200 metros que separan el puerto marroquí del Dique Sur de Melilla.
Los inmigrantes fueron trasladados hasta la Jefatura Superior de Policía donde serán expedientados para realizar los trámites de expulsión por entrada ilegal en territorio nacional. El proceso administrativo suele durar meses e incluso años, antes de su ingreso en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde tienen cubiertas el alojamiento, la manutención y la asistencia médica y educativa.
La llegada de inmigrantes a nado desde Marruecos a Melilla se ha multiplicado desde que comenzó la crisis fronteriza en la ciudad autónoma el pasado 19 de julio. Ese día cuatro jóvenes denunciaron haber sido agredidos por la Policía por llevar una bandera del Reino alauí en el vehículo, acusación desmentida rotundamente por las autoridades españolas.
Los inmigrantes, que sólo portaban ropas de baño y unas garrafas atadas al cuerpo en forma de flotadores, iban indocumentados. Tuvieron que ser auxiliados por efectivos del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil "por razones humanitarias", cuando recorrieron los 200 metros que separan el puerto marroquí del Dique Sur de Melilla.
Los inmigrantes fueron trasladados hasta la Jefatura Superior de Policía donde serán expedientados para realizar los trámites de expulsión por entrada ilegal en territorio nacional. El proceso administrativo suele durar meses e incluso años, antes de su ingreso en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde tienen cubiertas el alojamiento, la manutención y la asistencia médica y educativa.
La llegada de inmigrantes a nado desde Marruecos a Melilla se ha multiplicado desde que comenzó la crisis fronteriza en la ciudad autónoma el pasado 19 de julio. Ese día cuatro jóvenes denunciaron haber sido agredidos por la Policía por llevar una bandera del Reino alauí en el vehículo, acusación desmentida rotundamente por las autoridades españolas.
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