En la organización delictiva de la que formaba parte, a Josep Maria
Vendrell se le conocía con un alias: el Padre. La razón del apodo es
obvia. Vendrell, de 69 años, es sacerdote y su papel en la red consistía
en oficiar bodas. El problema estriba, según han establecido los
investigadores del Cuerpo Nacional de Policia, en que se trataba de
bodas de conveniencia mediante las cuales inmigrantes simpapeles
regularizaban su situación a cambio de pagar 10.000 euros, de los que
entre 500 y 1.000 acababan en manos del cura.
Vendrell fue detenido el pasado 16 de octubre junto a otras 11 personas de un grupo liderado por el clan gitano de los Fatines en el marco de una operación llevada a cabo por la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de Barcelona. El arresto del religioso se produjo en su vivienda del Masnou, mientras que el resto de los implicados fueron detenidos en Barcelona, Palma y Llucmajor. Entre los detenidos hay una abogada. El arzobispo Sistach fue autorizado de forma excepcional a visitarle en comisaría.
Publicado en el diario El Periódico de Catalunya
Autores: A. Baquero / J. G. Albalat
Vendrell fue detenido el pasado 16 de octubre junto a otras 11 personas de un grupo liderado por el clan gitano de los Fatines en el marco de una operación llevada a cabo por la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de Barcelona. El arresto del religioso se produjo en su vivienda del Masnou, mientras que el resto de los implicados fueron detenidos en Barcelona, Palma y Llucmajor. Entre los detenidos hay una abogada. El arzobispo Sistach fue autorizado de forma excepcional a visitarle en comisaría.
Publicado en el diario El Periódico de Catalunya
Autores: A. Baquero / J. G. Albalat
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