Cuando solo tenía 22 años, el senegalés Mamadou Dia recorrió 3.052
kilómetros, parte de ellos en una patera, hasta llegar a la Región de
Murcia, una distancia que da título al libro en el que narra su periplo y
con el que pretende recaudar fondos para fomentar la educación en su
pueblo natal. 3.052, persiguiendo un sueño se presentará en Cartagena dentro de
la sección literaria del festival La Mar de Músicas, y nace de la
promesa que Dia le hizo a sus amigos en 2006 antes de embarcarse en la
experiencia que le “cambió la vida”, según explica en una entrevista con
Efe.
Cuando en 2006 se embarcó en un cayuco rumbo al “sueño dorado” de la vida en Europa no podía compartir sus anhelos de crecer con sus amigos, una experiencia que “suponía jugarse la vida”. “No me hubieran permitido partir, así que les escribí una carta diciéndoles que les quería y que al llegar a España escribiría un libro con esa historia”, recuerda.
El proyecto ha tardado seis años en salir a la luz, porque la realidad fue muy diferente a aquel “sueño dorado”: en los ocho días que duró su viaje hasta la isla canaria de La Gomera, el senegalés perdió a uno de sus compañeros de viaje y pasó dos jornadas sin apenas agua ni comida, “esperando a la muerte, dentro de una nube de desesperación”. Ya en España, y con paradas en Madrid y Castellón antes de llegar a Murcia, las cosas no fueron más fáciles.
“Pasé más de dos semanas sin entender ni siquiera la palabra ‘hola’, y el periodo de adaptación fue muy duro, porque en mi país vivimos todos juntos, en comunidad, con la familia, mientras que aquí estaba solo, me sentía como en una cárcel, totalmente limitado”, señala.
Sin embargo, la promesa de escribir su periplo no había caído en el olvido: “la mayoría de mis amigos murieron en otros viajes, tratando de llegar a España, así que no podía incumplir mi palabra porque no tenía la posibilidad de pedirles perdón por ello”. Así nace el libro en el que el senegalés cuenta sus motivaciones para jugarse la vida a bordo de un cayuco, el viaje en sí y la realidad que encontró al pisar tierra española. “Cuando un joven abandona África en un cayuco, no es un viaje de placer, pero a veces salir de tu país es una obligación, te sientes impotente porque no puedes acceder a un trabajo y piensas que debes vivir dignamente y, si hace falta, morir intentándolo”, ha declarado.
En su texto expone también su punto de vista sobre la inmigración y los problemas que esta entraña para los países de llegada y para los de origen ya que, dice, si los jóvenes de Senegal hubieran gastado tanta energía como la que han empleado en España “habrían levantado” la nación. Dia, voluntario en Cruz Roja y de la Fundación Cepaim de ayuda a inmigrantes, ha puesto en marcha tras la publicación de su libro el Proyecto 3.052 kilómetros, para financiar libros de texto y construir una granja en su pueblo natal, Gandiol, en la costa norte del país.
Fuente: EFE
Cuando en 2006 se embarcó en un cayuco rumbo al “sueño dorado” de la vida en Europa no podía compartir sus anhelos de crecer con sus amigos, una experiencia que “suponía jugarse la vida”. “No me hubieran permitido partir, así que les escribí una carta diciéndoles que les quería y que al llegar a España escribiría un libro con esa historia”, recuerda.
El proyecto ha tardado seis años en salir a la luz, porque la realidad fue muy diferente a aquel “sueño dorado”: en los ocho días que duró su viaje hasta la isla canaria de La Gomera, el senegalés perdió a uno de sus compañeros de viaje y pasó dos jornadas sin apenas agua ni comida, “esperando a la muerte, dentro de una nube de desesperación”. Ya en España, y con paradas en Madrid y Castellón antes de llegar a Murcia, las cosas no fueron más fáciles.
“Pasé más de dos semanas sin entender ni siquiera la palabra ‘hola’, y el periodo de adaptación fue muy duro, porque en mi país vivimos todos juntos, en comunidad, con la familia, mientras que aquí estaba solo, me sentía como en una cárcel, totalmente limitado”, señala.
Sin embargo, la promesa de escribir su periplo no había caído en el olvido: “la mayoría de mis amigos murieron en otros viajes, tratando de llegar a España, así que no podía incumplir mi palabra porque no tenía la posibilidad de pedirles perdón por ello”. Así nace el libro en el que el senegalés cuenta sus motivaciones para jugarse la vida a bordo de un cayuco, el viaje en sí y la realidad que encontró al pisar tierra española. “Cuando un joven abandona África en un cayuco, no es un viaje de placer, pero a veces salir de tu país es una obligación, te sientes impotente porque no puedes acceder a un trabajo y piensas que debes vivir dignamente y, si hace falta, morir intentándolo”, ha declarado.
En su texto expone también su punto de vista sobre la inmigración y los problemas que esta entraña para los países de llegada y para los de origen ya que, dice, si los jóvenes de Senegal hubieran gastado tanta energía como la que han empleado en España “habrían levantado” la nación. Dia, voluntario en Cruz Roja y de la Fundación Cepaim de ayuda a inmigrantes, ha puesto en marcha tras la publicación de su libro el Proyecto 3.052 kilómetros, para financiar libros de texto y construir una granja en su pueblo natal, Gandiol, en la costa norte del país.
Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario